¿Fernando Torres como Pau Gasol?


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La mayoría de quienes acuden una y otra vez a la llamada de Luis Aragonés son jugadores sobrevalorados por la prensa deportiva de los dos centros neurálgicos deportivo de España.

Cualquier parecido es pura…Tras la victoria de la selección española de baloncesto en el Campeonato del Mundo celebrado en Japón, las huestes futboleras de este país han empezado a trazar comparaciones entre uno y otro equipo nacional pensando en que algún día la selección de fútbol pueda también ganar el Mundial. A la comparación se han unido el seleccionador, Luis Aragonés (en su estilo desabrido y desagradable de siempre) y algunos futbolistas, entre ellos, Fernando Torres.

Personalmente me resisto a trazar muchas líneas de similitud entre deportes tan distintos. No obstante, en situaciones como la actual conviene preguntarse por las razones que llevan a España a triunfar en un deporte y fracasar, año tras año en el otro.

atleti_torres.jpgLa primera razón y más importante, desde mi punto de vista, es la diferencia de calidad. Mientras que en el equipo nacional de baloncesto tres de los cinco titulares están entre los tres mejores del mundo en su posición, en la selección española de fútbol no disfrutamos de jugadores tan desequilibrantes. La mayoría de quienes acuden una y otra vez a la llamada de Luis Aragonés son jugadores sobrevalorados por la prensa deportiva de los dos centros neurálgicos deportivo de España. De otro modo no se entiende que Mariano Pernía pueda ser titular de la selección española o que Fernando Torres pueda ser considerado el líder de un equipo.

Ese es otro punto que no resiste la comparación: el liderazgo. Mientras que la selección española de baloncesto se une en torno a la figura de uno de los mejores deportistas españoles del momento, Pau Gasol, (al que habría que calificar como El Cid puesto que gana partidos hasta lesionado) la selección de fútbol carece de ese líder. Algunos pretendieron en su momento ver como líder a Raúl González, pero el delantero del Real Madrid falló en momentos decisivos y su figura se fue diluyendo en su continuo fracaso con el Real Madrid. Ahora otros pretenden situar a Fernando Torres como el jugador referencia, pero el símbolo del Atlético tampoco da el punto necesario para aunar a un equipo, entre otras cosas porque carece de una de las características más importantes de un líder: la ambición.

a_gasolfestejo_htop.jpgPorque es la ambición otra característica que adorna a la selección de baloncesto y de la que carece la selección de fútbol. Pau Gasol arriesgó su cómodo puesto en un equipo de categoría como el FC Barcelona para aventurarse en el camino americano con un equipo más acostumbrado a perder que a ganar. Años después ha convertido a su equipo en uno de los dieciséis mejores de su liga y ha culminado su progreso llegando a participar en el All-Star. Mientras, Fernando Torres no se atreve a abandonar las faldas de su equipo de siempre, el Atlético de Madrid, para arriesgar y progresar en su vida. Esta ambición de los jugadores del basket la secundan José Manuel Calderón (que también abandonó una cómoda posición para batirse el cobre en un equipo de segundo nivel de la liga más dura del mundo), Jorge Garbajosa (con 28 años, la edad de Raúl, y después de ser el MVP de la liga española inicia la aventura americana) o Sergio Rodríguez (con sólo 19 años deja de ser el referente de Estudiantes para aprender en Pórtland).

Un último elemento distorsionador: el seleccionador. El éxito al baloncesto le ha llegado con Pepu Hernández, un tipo tranquilo, estudioso del baloncesto y que no dice una palabra más alta que otra. En el fútbol, por su parte, se mantiene Luis Aragonés, un señor que, aparte de la polémica racista suscitada en el pasado, tiene más méritos pasados que futuros y al que un buen partido contra Ucrania le permitió incumplir su palabra. Luis comienza a ser una de las principales rémoras de la selección española de fútbol con ese aire de tertulia de bar que adopta en las ruedas de prensa y en los entrenamientos. Su incapacidad para adoptar la decisiones tácticas correctas nos devolvió a las primeras de cambio del mundial. Mientras, Pepu resistió el partido más importante de la historia sin el jugador más determinante, dando una lección de cómo preparar un partido. Aragonés puede ser el sabio de Hortaleza pero está claro que su tiempo como seleccionador ha pasado sin pena ni gloria. Mientras, otro madrileño, más humilde, celebra el título de Campeón del Mundo sin creerse el inventor de su deporte.

Autor:JG del Valle

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