Tres velocidades

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Prof. Hdez. Guerrero
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Oli y Pavoni. Dos piezas claves.

Reproducimos artículo de opinión del Profesor José Antonio Hernández Guerrero que aparece publicado en la edición de la Voz de Cádiz de hoy, 21 de abril


Resulta una perogrullada afirmar que, para que un equipo funcione de manera correcta, es necesario que cada jugador desempeñe su función especifica de una forma eficiente. En cuanto cualquiera de sus piezas falla, se resiente el conjunto y, en consecuencia, no se obtienen los resultados apetecidos. Al comienzo de la temporada ya explicamos cómo la eficacia que del Cádiz dependía, en gran medida, de la manera precisa con la que sus diferentes componentes se articulaban y de la forma exacta con la que efectuaban sus movimientos tácticos: como ocurre con los artilugios mecánicos, el ajuste de las piezas es la condición imprescindible para que las acciones defensivas se ejecuten con una rigurosa sincronía y para que las estrategias ofensivas se realicen con una ajustada sintonía. Los jugadores funcionaban con tal perfección, que nos daba la impresión de que el juego se desarrollaba con normalidad y de que las sucesivas acciones discurrían con facilidad. Todos sabemos que, cuando en un automóvil se deterioran, simplemente, un tornillo o una tuerca, se producen ruidos extraños, paradas imprevistas y hasta es posible que otras piezas de mayor entidad sufran averías importantes.Estas afirmaciones no impiden que reconozcamos que algunas piezas sean más importantes que otras: no es lo mismo que se nos rompa un cristal, que se nos queme el motor de arranque o que se nos bloquee la caja de cambios. Empleamos estas imágenes tan cotidianas para exponer nuestro convencimiento de que, en la actualidad, Matías Pavoni, Manolo Pérez y Oli son los actores esenciales del equipo cadista. Su contribución consiste, a mi juicio, en dotar al conjunto del ritmo que se necesita para contrarrestar las estrategias defensivas de los equipos contrarios aplicando “tres velocidades”: la física, la mental y la estratégica. Ésta es la razón por la que muchos aficionados entendidos defienden que “cuando cualquiera de estos tres jugadores no juega, se resiente todo el conjunto”.por José Antonio Hernández GuerreroLa Voz de Cádiz 21-04-05

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