Recuerdos de “Recuerdo”

logo_small.gif
xerez_cadiz_35.jpg
Oli, antes de empezar, con la Preferencia al fondo. Luego: “Gol de Oli y toda la tensión acumulada se desata perdiendo la cabeza y olvidando todo lo que había alrededor…”Foto: cadistasfinos.com

El 18 de junio completa el póquer de fechas de los ascensos del Cádiz a Primera. Fue un día que todos los cadistas lo vivimos de forma especial. Nuestro socio y amigo “Recuerdo”, lo recuerda así.


Salgo de mi casa a las 16:00 h. Veo como a la tacita la recorre un ambiente solo pendiente de un nuevo partido con total trascendencia. Me marcho en coche con familiares a tierras jerezanas. Bajamos del coche 10 de amarillo y comenzamos nuestra andadura hasta Chapín. En ella, apenas aficionados xerecistas y sólo algunos automóviles asustando «intentándonos atropellar». Llegada al estadio a las 17:30. Mis familiares se van a la zona de fondo donde cadistas hasta ese momento había pocos y yo me ubico en la zona baja de preferencia donde sólo aficionados azules se esforzaban en llamar mi atención. Tras aguantar todo tipo de insultos y darme cuenta de que no sólo yo me estaba acordando de mi madre, telefoneo a mi padre, que tiene que salir de una boda, para que llegue antes al estadio que yo a Residencia. Media hora de sufrimiento, estamos acostumbrados los cadistas, que se quedarían en nada con lo sufrido luego.

xerez_cadiz_32.jpg
Nunca pude imaginar ver tanto amarillo en tanto espacio. Imagen que no se olvida Foto: cadistasfinos.com

A las 18:00 horas un murmullo impresionante me hace incorporarme. Recorren por mi cuerpo escalofríos a la vez que por mi mente una oleada de miedo. El pánico aumenta al ver como tantos aficionados «locales» corren de un lado a otro y se asoman por las ventanillas. Miro a mí alrededor y no logro localizar algún vigilante del crimen. 5 segundos es lo que tarda todo eso en desaparecer. 5 segundos en los que consigo observar por la ventanilla y, como si la película de Braveheart se tratara, grito en mis adentros la palabra libertad. Nunca pude imaginar ver tanto amarillo en tanto espacio. Imagen que no se olvida, que no se quita de la cabeza, y el corazón que se le sale a uno del pecho. Absurdo e inhumano el sentir eso por una simple afición, a la vez de incomprensible. Pero sin ello todo muy diferente.Llega mi padre y comienza el encuentro, siempre a lo justo. Empieza el sufrimiento. Dicen que no fue tanto, para mí como siempre. No sé que me hubiera pasado de no ganar con tal comodidad… y no sé que hubiera ocurrido de no ganar. Gol del Éibar y algo de preocupación. Gol de Oli y toda la tensión acumulada se desata perdiendo la cabeza y olvidando todo lo que había alrededor. Lágrimas, abrazos, saltos… ¿delirios de grandeza? No, sólo trabajo bien hecho. Los jugadores de la elástica azul corren como caballos, sobretodo uno que hay por el centro del campo. El pobre se estaba hinchando, parecía jugarse la vida, pero cuando tenía el balón en los pies los nervios le podían y como no anda muy sobrado de técnica… Unos y otros pierden los papeles dentro del equipo xerecista, inapropiado tras la muy digna temporada realizada. Uno derriba al más valiente extremo extremeño. Sí, era normal que este no encontrara los papeles viendo a quien tenía enfrente. Otro lateral condenado. Lanza Paz pero ya todos lo celebramos desde el momento que cogió la pelota con las manos. Él no falla aunque se juegue su vida, su sueldo de un año, ni aunque los corazones de todo Cádiz retumben en el momento del golpeo. Nada le puede. Hace dos años atrás ya lo demostró.

xerez_cadiz_50.jpg
Finaliza el encuentro y uno no sabe que hacer. La emoción contenida no se puede llegar a desatar sólo con acciones Foto: cadistasfinos.com

La locura se apodera del graderío amarillo. La marea amarilla reboza y sus olas provocan más espuma que nunca. El submarino amarillo se encuentra ahí y es llevado en volandas por la marea hasta la más alta división. Algunos se acuerdan del empate a dos en Carranza cuando llevábamos la misma ventaja. Pero este submarino tampoco comete errores y en los momentos más difíciles, cuando la tempestad provoca el nerviosismo de la marea, consigue salir a flote.Gritos de ánimos al Xerez C.D. Ya los escalofríos se hacen dueños de la masa y ni se sienten. Todos saturados de alegría. Las sonrisas más grandes se mezclan con lágrimas. Finaliza el encuentro y uno no sabe que hacer. La emoción contenida no se puede llegar a desatar sólo con acciones. Todas las maniobras son pocas para que lo de dentro se aparente fuera. Vemos como conseguimos lo que pocos hacen: jugadores nacidos a mil kilómetros de aquí sienten lo mismo. Manolo, Oli, Dani, Pavoni, Enrique… todos enloquecen y nosotros aun más viendo ello. Se había volcado todo el sufrimiento. Todo el viaje realizado por aguas tranquilas de nuestro submarino había llegado a su final feliz. Ya solo quedaba celebrar la obtención de un objetivo para algunos utópico. La marea marcha camino a la tacita hasta acabar en tierra festejando, junto a los que hicieron soñar, el acceso a las aguas por las que nunca debió dejar de navegar.por “Recuerdo”

También te podría gustar...