Este 13 fue Propicio

Raúl López fue esta vez capitán con brazaleta. El jerezano fue de losmejores y volvió a la titularidad con enorme fuerza.Foto: Tito Martín – cadistasfinos.com

El destino siempre es caprichoso. Si el 13 el de octubre, no le fue nada propicio a Antonio Calderón en su debú como entrenador del primer equipo del Cádiz, otro 13, en este caso, de abril, será uno de los días que jamás olvidará Raúl Procopio Baizán, el hombre al que le ha tocado afrontar el trago de beberse el cese de su compañero.La suerte es un aliado importante. Especialmente para todo aquel que comienza un proyecto. Seguro que fue el soñado el que tuvo Procopio cuando vio que al minuto uno el Cádiz ya ganaba. Uno a cero. Primer disparo a puerta y gol. Su autor, un albaceteño, Miguel García Tebar. La ejecución del tanto, con la pierna derecha, en un zurdo cerrado indicaba a las claras que este 13 no podía depararnos nada malo. Prácticamente era empezar el partido ganando. Un buen presagio pues el Albacete, que acudía antepenúltimo, iba a dejar espacios. Así fue y mientras en ataque, la zaga del Cádiz no sufría hubo un par de contras con claro marchamo de gol. En especial un buen desmarque de Dani al que no pudo llegar por poco Natalio, y un testarazo de Enrique que se fue fuera. Además, el equipo parecía entender que había que seguir dando tensión al encuentro y en especial Bezares, Raúl, Dani y Miguel imprimían el sello del esfuerzo.

Raúl quiso apurar para hacer el cambio tras la expulsión. La lesión de Gustavo le obligó a hacerlo antes del descanso.

Abraham y Julián mantuvieron el tipo tras el descanso.Foto: Tito Martín (cadistasfinos.com)

Pero llegó el momento que marcó el encuentro, el minuto 33. Jonathan, uno de los porteros más flojos que ha pasado por Carranza esta campaña, saca de meta. Juanjo Bezares se come el saque y es Morán quien anda listo y presto para colarse entre los dos centrales y perfilarse frente a Contreras. El excadista es derribado y Ceballos no duda. Penalti y expulsión de Caneda. Barkero no perdona y el empate es un golpe duro que los amarillos lo notan. De aquí al final del primer periodo el marcador no se mueve. Quizás ayudó en eso que el Albacete sabía que con un hombre más, la ansiedad del Cádiz iba a ser su mejor aliado a partir del minuto 46. Poco antes del intermedio era Gustavo López quien, con un golpe, deja su lugar a Julián de la Cuesta. El Cádiz deja la banda izquierda para el motor de Raúl López, pero cubre la expulsión de César con el colombiano.. No sufrió mucho el Cádiz en la reanudación. Fueron instantes de tanteo y el empate hasta se veía como un buen marcador, dado la situación de desequilibrio numérico. Pero surgió Raúl López, aprovechando que momentos antes Natalio había hecho intervenir al portero asturiano del Albacete en un lanzamiento con mucha intención. El lateral jerezano se inventa un ataque que es cortado con falta. Esta la saca Kosowski con su pierna derecha y el Carranza explota. Dani es agarrado y Ceballos Silva vuelve a decretar penalti en el mismo área. Era el minuto 20. Paz pronto entendió que era suyo. Cogió el balón para certificar el dos a uno. Faltaba un mundo pero el equipo estaba otra vez por delante. Sólo se trataba de llegar al pitido final.El gol de Abraham abrió los banquillos. El del Cádiz y el del Albacete. Máximo, en una acción que quizás nos benefició, jugó con dos delanteros, para lo que quitó la buena izquierda de Barkero en detrimento del largirucho Azkorra. A falta de nueve, fue Alex Perez quien hizo lo propio por el central madrileño Mainz. No le hacía falta pues hacía tiempo que Procopio había quitado a Dani Martín para hacer debutar al chiclanero Dani Fornell. No estaba el partido para muchas florituras. Los más de doce mil espectadores así lo entendieron y la porteria de Contreras fue defendida como Numancia. Todos a una como en Fuenteovejuna en un encuentro que dejaba al rival a ocho puntos de distancia y nos hacía subirnos en la cuarentena. Con cuarenta y dos puntos se queda el Cádiz y con cuarenta y dos de fiebre terminó la fiel hinchada.

El penalti de Paz a Jonathan nos recordó a otros tiempos. Así lo vimos.