El Xerez: una liga, dos entrenadores

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Chaparro en su época en el Ecija. 28 puntos en 20 partidos, sus números en el Xerez hasta que fue cesadoFoto: cadistasfinos.com

Una liga marcada por la irregularidadLa temporada de nuestro rival del sábado no pudo empezar mejor. Con un viejo conocido para los cadistas como era Paco Chaparro en el banquillo, los azulinos fueron líderes durante el primer cuarto de la temporada. El inicio fue fulgurante, y así de los diez primeros partidos, seis victorias y cuatro empates, unos números que los colocaban como los mejores. La derrota en Vitoria fue su primer punto de inflexión negativo, y no sólo por la derrota en sí, sino porque ya en la jornada decimoquinta habían perdido tres encuentros, Chaparro empezaba a estar cuestionado, y el sexto puesto era en el que se situaba por aquellas fechas.El juego del equipo, sin embargo, no difería mucho de los primeros partidos que terminaban con victoria. En Vigo se perdía en el descuento, y a la siguiente jornada el Racing de Ferrol sacaba un empate de Chapín. Era la jornada vigésima, y quedaba un partido para terminar la primera vuelta, precisamente en Carranza. No aguantó más la presión el tecnico sevillano y tampoco aguantó la idem el Sr.Morales. Estar con 28 puntos, a nueve del descenso y a seis del ascenso, en una temporada declarada de transición al comienzo, no fueron suficiente aval para que un ambiente enrarecido propiciara la salida de Chaparro. El ya ex entrenador del Xerez resaltaba tras su marcha que «incomprensiblemente una parte de la afición» se le ha puesto en contra y se quejó de que la secretaría técnica, que encabeza el ex jugador Diego Rodríguez, no haya reforzado el equipo como se habló en su momento.

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Martín, de más a menos, Foto: cadistasfinos.com

Horas después de anunciado su cese ya estaba en Jerez su sustituto, lo que hace pensar que estaba todo previsto desde hacía unas fechas. Quique Martín (Pamplona, 9 de marzo de 1956), hombre trabajador, con experiencia en la categoría y con el valor añadido de saber desenvolverse mejor, con más tablas, con los medios de prensa y con los sectores más representativos de la afición. El navarro inició su carrera en los escalafones inferiores del Osasuna, al que luego entrenó en Primera División, en la temporada 1993-94. Posteriormente se sentó en los banquillos del Leganés en dos temporada distintas (1999-2001 y 2002-003) y en el de Burgos (2001-2002). Su último equipo fue el Terrassa.Martín aterrizó como el Mesías en el viejo estadio cadista. Con él llegaba, un tipo conocido, extrovertido, con su corbata desabrochada, con sus desplantes toreros, de los que parece dicen lo que piensan. Su debú pasará a la historia del club vecino, como el del técnico xerecista que conseguía ganar en Cádiz por primera vez estando ambos conjuntos en la división de plata. El efecto “Sherry Park”, como alguno le bautizó, parecía que irremediablemente iba a llevar al equipo a la senda de triunfos que Chaparro marcó al comienzo. Después de Cádiz, llegaba paseo en Málaga, luego victoria en Chapin ante el Salamanca. En total 9 de 9, y el efecto Martín ilusionaba a una afición que veía el ascenso a tiro de dos partidos. Pero Quique, su equipo, pronto empezó a perder gas, y la “irregularidad” la cruda realidad de conseguir sólo diez puntos en diez partidos, los que fueron de la jornada 25 a la 35. Ya por entonces, su objetivo no podía ser otro que el de pelear por el sexto puesto. En eso se empeñaba, al menos públicamente, pues su renovación repetía por activa y por pasiva dependía de conseguir ese puesto. La razón, y dejando el discurso del sexto puesto, hay que entenderla en una forma de motivar a una plantilla que con dos meses por delante no podía aspirar a cotas mayores. Comparando la trayectoria de uno y otro, en cuanto a puntos conseguidos, llama la atención un dato: Chaparro, 28 de 20. Quique Martín, también 28, pero de 21, si bien, en la práctica, y aplicando el reglamento de la RFEF, la alineación indebida de Toni Moral, lo dejan en 31 de 21. por B.Tiner, socio cadistafino

Autor: Braulio Tiner

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