El primero de 2014 es amarillo

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 Momento del disparo de Perico que iba a resultarel 1-0. Un auténtico golazo de playstation.Abajo, Juan Villar en su clásica ya felicitación. Buen partido el de Cortegana que volvía a marcar ante su público.Fotos: P.Ortegacad_sfd_03.JPG

Con sufrimiento, ante un buen rival, pero el Cádiz de Agné comienza el año nuevo rompiendo el maleficio que le venia acompañando en los útimos comienzos de año, el de regalar un triunfo a su afición como regalo de Reyes. Se hizo además infrigiendo la primera derrota al nuevo San Fernando. Este era el cuarto partido de liga desde la refundición y en los tres anteriores tres igualadas.

Pero lo cierto es que los derroteros del encuentro, con un a priori significativo 2-0 a favor del Cádiz CF hacían presagiar que hubiera que sufrirse tanto para conseguir los importantes tres puntos. Comenzaba el Cádiz CF marcando muy pronto. Era el primer disparo entre los tres palos y vaya disparo. Zurdazo a la cruceta de Perico que recordaba mucho a los goles de playstation de los aficionados cadistas. Impresionante. De otra categoría sin duda. Pero para jurar en hebréo lo que tuvo que largar David Valle cuando en el segundo disparo era Juan Villar quien por el mismo palo pero esta vez de disparo raso, recogía con acierto un balón rebotado que se convirtió en ocasión de gol. No lo falló el onubense y el Cádiz se ponía con dos goles de ventaja sin apenas enterarse su rival. Entremedias, el primero de los dos goles no concedidos al San Fernando por señalización de fuera de juego del banderín de tribuna. El segundo, ya en las postrimerias del primer tiempo también fue muy protestado por todo el banquillo visitante.

Lo cierto es que el Cádiz pese a cómoda renta no daba sensación de sentirse idem y sobre todo sufría mucho en el centro del campo, donde Iván Guerrero, Jorge Herrero y Ocaña estaban más atinados que la pareja Fall-Martins. Tampoco Alejandro daba señal de mostrar solidez a su zaga y el equipo, al menos esa impresión daba desde la grada, defendía muy pegado a la portera de Alejandro. Pese a todo al descanso el resultado fue el que dejó Villar con su pierna derecha.

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 Ceballos sufríó lo suyo en una posición donde no está cómodo. Zafra, con 20 años le sacó colores en más de una ocasión

Tras la reanudación quizás fueron unos minutos que en contra de lo que se podía intuir el Cádiz supo saber contemporizar. El San Fernando no inquietaba a Alejandro y poco a poco parecía que los azulinos perdían fuelle e ilusión en remontar. Tuvo Juan Villar el 3-0 en una  rápida contra pero cuando quizás lo más fácil era el llamado pase de la muerte a Martins olió a gol y lo echó fuera. A renglón seguido, rápida contra de los visitantes e Iván Guerrero, de cabeza, llegando desde atrás hacía un gol de los que hizo famosos en su día José Mari Bakero en el FC Barcelona. Quedaba por jugarse casi veinticinco minutos y todo había cambiado. Ya entonces Zafra y Gallardo habían saltado en lugar de Ernesto y Carrión. Tuvo Perico el 3-1 en una posición inmejorable pero la echó desviado. Ya Gato había relevado a un voluntarioso pero desacertado Kike López. Con el discurrir de los minutos, los tres puntos se antojaban como fundamentales amarrarlos pese a lo exiguo de la renta. Ese fue el motivo del debú de Saná. El del Cádiz B salió en lugar de Perico para colocarse por delante de Martins y con la intención de presionar y dar oxígeno y músculo a unas ideas que empezaban a desfallecer. No tuvo grandes ocasiones aunque lo que es el fútbol el empate pudo llegar en dos acciones aisladas. Una en una contra que acabó en disparo de Zafra sin aparente peligro pero que tras rebotar en Ceballos cogió totalmente a contrapié a Alejandro. Mansamente el disparo besó el poste y se fue a corner. La última, ya con el tiempo casi cumplido, en una falta lanzada por Ocaña con su estilo habitual que tras tocar en el portero asturiano también fue repelida por el portero. Unos minutos estos de cierto agobio, pero donde sobresalió Fran Pérez, con diferencia junto a Josete el mejor de la zaga, con un Dalmáu que acabó en la reserva y con un Ceballos desconocido y vulnerable como lateral izquierdo.

Tras tres minutos de alargue, quizás menos de los que debió concederse, el triunfo sirvió para que los aficionados cadistas tengan por fin el regalo de reyes concedido, una tarjeta amarilla con 38 puntos.

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La mano de Alejandro y el poste izquierdo de su meta escupieron el último intento del San Fernando

 

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