El Cádiz mereció y merece más.

Desde la jornada séptima, desde el primer partido de octubre, no perdía el Cádiz en Carranza. Se rompió el amor. El 2008, que se llevó a Lobos, y que también hará lo propio con Pavoni, no ha querido empezar como su antecesor. Entonces los amarillos, con suerte, con mucha suerte, encontraron en una pifia del “70-30” los tres puntos. Un año después, la situación ha sido diametralmente opuesta. Si el 7 de octubre el Eibar fue justo vencedor, esta pasada noche, la que despertará con la ilusión de millones de niños le ha devuelto la moneda al Cádiz. Así es la competición. Al minuto de juego ya ganaba el Málaga. A los 30 segundos ya había marcado el marroquí de nacimiento Fadil Baha. Sigan leyendo. A los 15 segundos, incluso alguno menos dio la sensación, bastó para que en la primera disputa del encuentro, Salva Ballesta le ganará la acción a Abraham en el salto. Fue un mal presagio. Primera en la frente, debió pensar Contreras, décimas antes de que un gran disparo de Baha, ajustadísimo a su palo derecho, marcara lo que probablemente termine siendo el gol más tempranero de la liga 2007-08.Si nos abstraemos, el partido fue otro desde entonces. Se trata de un encuentro en el que al Málaga le bastaba un punto, aguantar el cero a cero para llevarse los tres puntos. Vaya si lo comprendió pronto Muñiz. Sobre todo cuando iban sucediéndose ocasiones, una tras otra, a favor de los amarillos. Enrique, Bezares, Nano, Parri, Fleurquin, Dani, Abraham, Cristian. Una tras otra y todas en el primer periodo. Salvo desde la izquierda, donde Nano hacía a Jesús Gámez todavía mejor lateral de lo que sin duda es, el peligro volaba sobre Goitia desde todos los flancos. Vale que al Málaga le fue anulado un gol a instancias del banderín de tribuna, vale que el árbitro hubiera dado gol, pero es que el Cádiz había merecido lograr la igualada ya en el descanso.En el segundo tiempo Calderón quiso dejar patente que de cagón tiene poco. Quitó a los dos tarjeteados, Bezares y Nano (también los menos afortunados con gran diferencia) y en su lugar entraron Gustavo y Casas, pasando Parri a jugar un poco más atrás. Con casi veinte minutos por delante, Jesús Gámez vio su segunda amarilla (en el segundo tiempo si sufrió el de Fuengirola). Muñiz anuló la prevista entrada de Sandro y en su lugar sacó a Chelis para tapar a un inconmesurable Raúl López. Aunque menos que en el primer periodo las ocasiones fueron todas amarillas. Faltó el gol y faltó clarividencia en el pase. También faltan refuerzos. Esta afición, Calderón y el grupo de jugadores que dieron la talla y superaron en juego al vicelíder se lo merecen. Que tome nota el Consejo.

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