Dos partidos en uno


 cad_uds_02.jpg
 Cristian, que fue de los destacados, tuvo que quedarse en el vestuarioen el descanso. Su lugar lo ocupó Rivas, pasando Bezares al lateral.Foto: cadistasfinos.com

El Cádiz gana el que valeNo siempre ocurre, pero los que más fútbol han visto seguro que les suena. Un partido encarrilado, con el marcador a favor, con señales de superioridad ante el rival y con visos de terminar en marcador cómodo se tuerce y resulta áspero, igualado, hasta bronco, con la retirada por lesión de un futbolista.Que nadie lo lea como excusa y si como explicación a lo que sucedió la noche del domingo en Carranza. El Cádiz, en su primera aparición con peligro ya se había puesto por delante. Un gran gol. Gastón Casas se acostó a la izquierda del carril diestro charro. Levantó la cabeza y le metió una buena diagonal. Allí apareció Enrique que estaba volviendo loco a Dani López, el 15 blanquinegro. El ya centenario extremo amarillo levantó la cabeza -antes había flirteado con la incorporación de Cristián- y la enroscó donde más duele, al punto de penalti. El balón sobrepasó el salto de Dani, pero no el de Gastón que la clavó en la red de un petrificado Cifuentes.Los amarillos no sufrían. La superioridad, sobre todo cuando el Salamanca perdía el balón se hacía evidente. Era cuestión de tiempo. Sobre el minuto veintitantos ocurrió la jugada que dio origen a otro partido. Contreras realizó una buena barada a cabezazo de Postigo, y cuando este quiso enganchar el rechace se enganchó con De la Cuesta. El balón a saque de esquina y el hispano-colombiano en camilla. Le suplió Ramón de Quintana. Aquí empezó otro partido de setenta minutos largo de duración. A medida que transcurría el partido el Cádiz se sentía impotente para arrebatarle el balón al Salamanca. Inoperantes cara al marco, todo el peligro llegaba gracias a la zurda, esta vez menos mágica de Quique Martín. La pierna izquierda del asturiano sigue siendo de las cinco mejores de segunda y la Unión parecía encomendar el empate a una de las tantas que tuvo. Afortunadamente, y esta es una opinión de este redactor, el entrenador del Salamanca nos ayudo en la defensa de la victoria. El 1,95 de Postigo, pese a su inoperancia, era un referente de peligro que nos quitó mediado el segundo periodo. Poco después hizo lo propio con Ze Tó y Alvaro Jurado. La salida de este último la notaron sobremanera Rivas que había entrado en el descanso por unas molestias de Cristián. Sufrimiento hasta el final.Desde el minuto 40 hasta el final, incluidos además los tres de alargue que dio Del Cerro, la afición se convirtió en un jugador más a la hora de defender. La afición, comenzando por los fondos y terminando por todo el estadio, formaron muralla delante del Koke Contreras. Y hubo que esperar hasta el último silbato, pues incluso De Quintana vio la roja. La falta, indirecta, en la fronta del área la lanzó desviada Dani López. Era el fin. La segunda victoria de la temporada en casa. Dos de dos.

También te podría gustar...