Del 5-0 al 5-5


mario_tenista_cadiz.jpgDel 5-0 al 5-5. Increible. De juego de niños.De Videojuego pirata.
 

Saca el Cádiz. Lo hace Procopio Baizán. Es la quinta pelota de partido para ganar el torneo. Es el quinto “match ball” tras el seis de seis que firmó en Los Pajaritos el entrenador canterano.

Pero un poco de historia antes… La importantísima victoria en Soria había dejado al cuadro cadista con 45 puntos. Lo colocaba con un claro 5-0 en el quinto y definitivo set de una larguísima liga. Enfrente no teníamos a un solo enemigo, lo que daba sosiego. Era cuestión de tiempo decían, teníamos ventaja y el primer match ball lo ibamos a jugar en casa, ante nuestro enfervorizado público que ya incluso (incluso alentado por alguno de nuestros prebostes directivos) ya se veía mirando arriba y sin descartar el ascenso.

Gorka Gardeazabal ayudó la suyo. Miguel García también. Pero la primera al garete (5-1). El gol de Diego Castro sacó las telarañas de las piernas de Natalio y de la escuadra de Contreras. Imparable e injusto se sentenció. Había que ir a Ferrol. Tranquilidad. El Sporting contó con el favor del pitolari bilbaino. Cantó Contreras y cantó Contreras. El 5-2 era inanomovible. Vale que el calendario nos pusiera a un león herido, pero el caso es que un punto supo a Gloria frente a los donostiarras. Abraham de mediocentro. ¡Valiente, Raúl! Eso si, ya el marcador marcaba 5-3 y el set, el partido, el torneo se resistía. Vigo era la oportunidad, la cuarta. Una manita celeste y a casa con la cara partía. 5-4 y el espectador que no daba crédito. Y la historia se convierte en presente este domingo.

Del 5-0 hemos pasado al 5-5 y jugamos al resto el siguiente. Hemos desaprovechado cinco bolas de partido, un 1 de 15 que debería ruborizar a muchos, de los que visten de corto y también de los que viste de largo. Al garete la ventaja. ¿En qué estarían pensando? Eso sí, el Cádiz todavía depende de lo que haga en sus partidos. No tiene que mirar al resto del cuadro. A Procopio, o al que sea, incluído Antonio Muñoz le quedan tres bolas. Con ganar dos se ganó el set, el partido y la liga. Pero esta no la vamos a celebrar. Aunque quien sabe si al final vamos a tener que organizar la Marea amarilla a Alicante. Lo que si es seguro es que en esta liga habrá «tie-break» y muerte súbita. Ocho tenistas y solo pueden ganar la permanencia cuatro.

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