Debacle en la nieve

11.gif11.gifEn el peor momento posible llegaba el Cádiz a rendirle visita a la Real Sociedad: metido de lleno en los puestos de descenso y ante un rival que colideraba la clasificación de la Liga Adelante. Además, en el feudo donostiarra el Cádiz nunca había cosechado victoria alguna, y, para mayor complicación, la Real Sociedad no había perdido esta temporada ante su público.

11.gifSuponía un encuentro vital para Gracia, ya que de caer derrotado el Cádiz, su puesto como técnico podía peligrar. Para este importante choque, sobre el césped de Anoeta se vio un once de circunstancias, porque los cadistas estaban muy mermados entre sanciones y lesiones (la última, de Raúl López, en la víspera del partido) Así, jugaron de inicio en un estadio completamente nevado Kiko Casilla en la portería, Cristian, Mansilla, Álvaro Silva, Cifuentes, Abraham, Fragoso, Enrique, López Silva, Fran Cortés en la mediapunta y Diego Tristán.

11.gifNada más decretar Ontanaya López el inicio del partido, se vio a una Real Sociedad más activa que su rival, con la intención de solventar pronto el encuentro. Los locales tocaban con calma y buen criterio el balón, dominando completamente la zona ancha del terreno de juego, merced al trivote ideado por el técnico Martín Lasarte. Así, Aranburu estuvo a punto de inaugurar el marcador, después de una jugada de tiralíneas de su equipo que acabó con el balón a la altura del punto de penalti, pero Mansilla logró obstaculizar el remate del capitán txuri-urdin.

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Frenesí goleador

 

Después de esta jugada y contra todo pronóstico, el Cádiz consiguió adelantarse en el marcador. Todo comenzó tras un centro que llegó al punto de penalti del área de la Real. El guardameta Claudio Bravo no interceptó un balón que era fácilmente interceptable y despejó erróneamente, llegándole el balón al borde del área a López Silva, quien disparó, con la fortuna de que su lanzamiento golpeó en  Diego Tristán, que marcó el primer tanto del encuentro. 0-1 y alegría de los pocos aficionados cadistas que se desplazaron a la capital donostiarra.

La Real Sociedad, a pesar de este gol no se descompuso, estirándose más y aumentando su control sobre el juego. Muestra de ello es que cuatro minutos más tarde consiguió empatar el encuentro. El autor del gol fue Mikel Aranburu, que se resarció de su error anterior tras empalmar un balón muerto en el borde del área cadista. Su duro disparo, raso y próximo al palo, fue imposible de parar por Kiko Casilla. Este empate hizo que el cuadro local siguiera tocando el balón en busca de la remontada, ante un Cádiz apático e incapaz de plantarle cara. Los amarillos sólo podían defenderse como podían de los constantes centros al corazón del área mediante despejes en largo que, en vez de encontrar a algún compañero, acababan siendo controlados por Diego Rivas, muy acertado en el centro del campo.

No obstante, el Cádiz dispuso de una muy buena ocasión después de que Rivas derribara en el borde del área a Fran Cortés, siendo sancionada esta acción con cartulina amarilla para el futbolista de la Real Sociedad por parte del colegiado. El encargado de botar la falta fue Tristán, pero su lanzamiento, con mucha rosca, acabó rozando el palo derecho de la portería de Bravo. La última jugada de peligro del Cádiz en este primer tiempo fue un centro-chut de Cristian poco después que fue blocado sin problemas por el guardameta chileno.

No hubo ocasión para que el Cádiz siguiera creando peligro, pues la Real Sociedad no se lo permitió, estirándose más y más en busca del gol. Aguirretxe llegó a marcar, pero el gol fue anulado por Ontanaya López por fuera de juego. Además, para colmo de males, Diego Tristán, que estaba siendo el futbolista más destacado del Cádiz, tuvo que marcharse por lesión después de sufrir un pinchazo muscular en el minuto treinta y tres de juego. Griezmann volvió loco a la zaga amarilla, y Enrique vio la cartulina amarilla después de realizar una dura entrada sobre el francés cuando se iba por banda izquierda. A medida que corría el cronómetro se acentuaba el monólogo realista, y parecía estar más cerca el segundo tanto local que el segundo visitante. Finalmente, con empate a un gol, se acabó llegando al descanso.

 

Más de lo mismo

 

Nada más comenzar el segundo período la Real Sociedad consiguió adelantarse en el marcador, después de que, esta vez sí, el delantero Aguirretxe marcara un gol legal, que estuvo repleto de imprecisiones y errores entre la zaga cadista. Primero, los centrales Álvaro Silva y Mansilla no acertaron a rematar, Casilla salió a por uvas y Cristian, al intentar despejar, acabó golpeando el balón en el cuerpo del guardameta. El esférico le llegó franco al ariete vasco, que marcó a placer. Era la sentencia al Cádiz por parte del conjunto txuri-urdin.

El Cádiz era un manojo de nervios, sin criterio ni capacidad de reacción, pareciendo completamente imposible todo atisbo de empate. Por su parte, la Real Sociedad se gustaba, aprovechándose de la candidez de los centrales amarillos y sacando el balón desde la cueva en tres toques para inquietar a su rival. El único momento en el que los pupilos de Gracia inquietaron al chileno Bravo fue tras un disparo de Cristian desde la frontal del área, que acabó dando en el central Ansótegui y se marchó a saque de esquina. El monólogo realista prosiguió, y Griezmann estuvo dos veces a punto de marcar el tercero, primero fallando un pase de la muerte de Aguirretxe y después, tras rematar incorporándose desde atrás un balón muerto en el área del Cádiz tras un mal despeje de Álvaro Silva. Era un Cádiz nefasto, que no intentaba nada, que no reaccionaba, que vagaba sobre la nieve de Anoeta, siendo aplastado por una implacable Real Sociedad.

 

Sangría

 

Pero los goles no dejaron de caer, y la Real Sociedad consiguió marcar dos más. El 3-1 fue obra de Elustondo, que en un lejano libre directo sorprendió a un Kiko Casilla que estaba un pelín adelantado. El cuarto, fue un premio al mejor jugador del partido, el francés Griezmann, que en un contragolpe culminó una fantástica jugada personal. Cerca estuvo de llegar el quinto de los donostiarras, pero el tanto de Xabi Prieto fue anulado por Ontanaya López, que después de esta jugada decretó el final del partido.

Mal partido del Cádiz, que dio una imagen nefasta y se adentra aún más en el pozo del descenso, máxime si se tiene en cuenta que, tras la victoria del Celta en Tarragona, ahora tiene al equipo celtiña a cuatro punto. Hace falta tomar una decisión con la plantilla de futbolistas, el entrenador o el Director Deportivo, pues de seguir así el panorama, se va a acabar muy mal.

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