Cinco que nos dejan a cinco

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Vaya día de los porteros… Foto: JB / cadistasfinos.com

El Cádiz cayó en Valencia. Lo hizo además por 5 a 3, un resultado que bate marcas de la temporada. Primer partido que la defensa cadista encaja una manita, pero también el primer encuentro de la liga en el que el Cádiz marca tres goles, precisamente el día en el que no había ningún punta nato sobre el campo. Muy mal empezó el encuentro cuando ya al minuto y algunos segundos, Villa marcaba a puerta vacía. Errores en cadena de la zaga, empezando por un centro mal cerrado y por un lento Raúl López que no pudo llegar a un balón dividido, Limia sale a por uvas y el rechace le llega al más listo que cerca del área pequeña la empuja de cabeza. Un gol de chirigota. A partir de ahí el equipo nunca se descompuso y llegó a inquietar al Valencia C.F. En una de esos arreones es Enrique quien cayéndose recoge un rechace de Cañizares para empatar. Los mejores minutos para el Cádizcadiz_limia_pericos.jpg vinieron a continuación, unos diez o quince, justo hasta que Miguel-Aimar en dos toques dejan a Angulo franco ante Limia. Salida a la desesperada y gol del asturiano. ¡Qué fácil parece marcarnos un gol! Al minuto, y por si no fuera suficiente, tarjeta a Raúl López, falta lateral y David Navarro, aún se está preguntando cómo, le da con la cabeza y sorprende a Ale Limia. Que vaya día… Al descanso se llegaba con cuatro disparos a puerta del Valencia y tres goles a su favor. Sólo uno el Cádiz para tres llegadas. Poco más que decir. Tras el descanso se presagiaba lo peor. A poco que los Mista, Regueiro, Baraja, Villa, apretaran el acelerador podían batir plusmarcas para unos cuántos años. Sólo que el Cádiz quiso caer con dignidad, con la cabeza alta. A pesar de ello, cayó el cuarto, en un balón en el que Varela no se atrevió a mirarle a la cara a Baraja, aunque este si que miró a Angulo y le puso el cuarto. A renglón seguido, Sesma tampoco quiso ser menos y ya tenía en su currículo un gol a Cañizares. Villa comprendió que era un partido para que un vividor del gol como él, anotase dos. Y así fue. Era el 5-2. Al poco, otra vez Sesma le hacía un buen gol de libre directo al rubio Cañizares. Un 5-3 que es mera anécdota, que deja al Cádiz a cinco puntos de la permanencia, con un partido menos, y en un día en el que seguramente hubiera tenido el mismo resultado sin porteros sobre el campo.

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