Atleti 3 Cádiz 0: Calidad rojiblanca en la dosis justa

logo_small_new.gifSobró mucho partido. No pudo ser tampoco esta vez, y los amarillos no podrán regresar esta noche a noche a la Bahía cadista más cerca de la permanencia. Un 3-0, contundente, rotundo, y que puede dejar la lectura de que los de Bianchi han dado repaso monumental a los de Espárrago. Sin embargo, y como muchas veces en el fútbol, no ha sido así, y el encuentro se decantó para los rojiblancos por su punch ante la puerta de Armando, posibilitado en cierta manera por el primer gol encajado a mediación de la primera mitad. Hasta entonces, el Cádiz que había sabido acometer sin muchas dificultades la salida atlética, el dominio era alterno, y tanto Matías como Enrique llevaron el susto a la zaga contraria. Antonio López demostró que por algo es actualmente el lateral izquierdo internacional, y no perdonó el regalo de Varela (no ha sido su mejor partido) para adentrarse en el área como Antonio por su casa. Maxí más listo que ninguno sólo tuvo que empujarla. El gol, que llegó siete minutos antes de cumplirse la media hora, fue un mazazo para el Cádiz. El equipo acusó el gol encajado, a pesar de que incluso Paz estuvo a punto de empatar a falta de cinco para el descanso. Un empate al descanso hubiera sido lo más equitativo visto lo visto en la lluviosa noche madrileña. La salida del Cádiz tras el descanso no deparó muchas expectativas para los amarillos. El Atleti parecía jugar con una velocidad menos, confiado en su pegada. Cuando el partido entraba en una fase de incertidumbre, con un juego más abierto, llegó el gol que cerró el partido. Dos saques de esquina seguidos, y en el segundo, Pablo Ibánez que venía lanzado desde atrás, forcejeando con Fleurquin, le gana la acción a éste y pone el balón imposible para Armando.  Poco que contar a partir de entonces, los dos equipos se conformaban con el resultado y ambos pensaban más en el Villareal y Alavés que en continuar jugando. Galleti, con algo de fortuna, definía en un uno contra uno con el portero cadista y dejaba el marcador en el resultado final. Inamovible, pero injusto, a pesar de todo.

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