Adiós al gafe de las lesiones
 El Cádiz vuelve a sonreir. No hay lesionados por vez primera en toda la temporada |
Se dice, y es una verdad como un piano, que al perro flaco todo se le vuelven pulgas. Sabio el refranero como casi siempre. Y es que aunque la lesión, los problemas físicos, a todos los equipos le castigan de una u otra medida, si es cierto que esta temporada el Cádiz, al igual que ocurrió en la anterior, no venia siendo en absoluta benévola.
Raúl López tuvo una rotura de fibras en Tenerife justo antes de comenzar liga. Abraham empezó la liga en la fase final de su recuperación tras la importante operación de rodilla. Libero Parri, pese a que entró pronto en el titular, venía sin el tono físico tras su operación de pubis. De la Cuesta, quizás la lesión más inoportuna de todas, si atenemos al punto de inflexión que supuso su baja en lo deportivo, cayó en la tercera jornada. Dani Martín fue otro que se contracturó en Copa. Lo mismo que Miguel García. Dos importantes fueron los problemas físicos de Enrique (otra rotura fibrilar, esta vez en Mendizorroza) y de Gustavo López que llegó fuera de forma. A ellos también se unió para el día del Ejido Gastón Casas, también con problemas físicos. Una gastroenteritis hizo que Cesar se perdiera el encuentro en Elche, mientras que tanto Cristian como Tano Vella también se han perdido sendos partidos por inoportunas dolencias.
Como ven prácticamente todos. Ello ha hecho que hasta el momento el Cádiz siempre había tenido bajas por este motivo durante todas las semanas. Como consecuencia de ello siempre ha estado la convocatoria marcada por estos importantes condicionantes. Y vean que recurrimos al pasado, pues esta semana puede que Calderón amanezca el sábado con una sonrisa de oreja a oreja. No es para menos. ¡No hay lesionados! Por no haber no hay ni bajas por motivos disciplinarios. Ello hace que los 18 hombres que viajen a Albacete deberán de ganarse un puesto durante la semana. Obviamente parten con ventaja los que consiguieron la tercera victoria de la temporada. Otro motivo más para la sonrisa de Calderón. No es para menos.
