Un polémico traslado a La Unión

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 Andrés Marcos. El y su hermano gemelo Miguel, mandaban este verano en el Caravaca cuando el club fue trasladado a la vecina La Unión.

Nada más finalizar la temporada 2010-2011, surgieron rumores en torno a un posible traspaso del Caravaca a otra localidad de la Región de Murcia, pues los gestores de la entidad no se sentían arropados en su lugar de origen. Los rumores fueron confirmándose, hasta que, una vez la entidad saldó parte de sus deudas, se trasladó a La Unión.

Este equipo, que había militado durante esa temporada en Tercera División, había actuado en calidad de filial del Cartagena. De hecho, en la adquisición de la plaza en Segunda B del Caravaca, La Unión se adelantó al propio equipo cartagenero, que deseaba dicha plaza para su primer filial.

Un traslado polémico, que no gustó nada a los aficionados de Caravaca de la Cruz. Los socios del extinto club, consideraron que ese traslado atentaba directamente contra los estatutos de la entidad, indicando que Andrés Marcos, presidente del club, había cometido una irregularidad. El caso llegó a tal extremo que, desde el ayuntamiento de Caravaca, se presentó una denuncia por el traslado de la sociedad deportiva ante la Audiencia Nacional.

Esta situación tan rocambolesca no ha gustado nada al Presidente de la Federación Murciana de Fútbol, José Miguel Monje Carrillo, que en una entrevista realizada en La Verdad antes de que comenzara la competición en la división de bronce, declaró que “es algo que particularmente no me gusta porque considero que cada equipo tiene que estar donde están sus raíces”. A pesar de ello, reconocía que “poco más podemos hacer”.

Una situación que no es nueva en la Región de Murcia, puesto que en dicha comunidad se fraguó el traslado de un equipo más sonado en los últimos años: el del Ciudad de Murcia (con el hoy gestor deportivo del Cádiz, Quique Pina, a la cabeza) a Granada, para convertirse en el Granada 74. También, el otro equipo de la región murciana en Segunda B, el Lorca Atlético, adquirió la plaza del Sangonera para competir en Segunda B la temporada pasada.

Así, Caravaca de la Cruz perdía su equipo de fútbol en Segunda B, categoría que había conseguido mantener, a pesar de múltiples problemas durante la temporada, sin demasiados apuros al final de la misma. Acabaron en undécima posición en el Grupo IV, con cuarenta y nueve puntos.

También, de este modo, La Unión iniciaba su andadura en Segunda B ante el San Roque Lepe, en un encuentro disputado en el Polideportivo Municipal de la localidad murciana, ante poco más de cien espectadores. Escaso apoyo por parte del público local, un factor que había motivado, en parte, el traspaso del Caravaca a La Unión.

Autor:Diego M. Belmonte

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