Gris Pablo Hache en su regreso a Carranza
El Cádiz-Valencia era especial para Pablo Hernández. El valenciano regresaba, cuatro años y medio después, al que fue su estadio. En la temporada 2006-2007 llegó al Cádiz, cedido por el Valencia. En medio año, el valenciano fue uno de los jugadores más destacados del equipo amarillo.
Disputó como futbolista cadista veintidós encuentros: doce de ellos en Carranza. El Ramón de Carranza, un estadio en el que Pablo Hernández firmó tres de sus cuatro goles como cadista. Algunos de ellos, auténticas joyas, como el conseguido contra el Sporting de Gijón en la trigésimo segunda jornada de Liga.
Su último encuentro en Carranza fue en la cuadragésima segunda jornada de Liga, ante el Real Madrid Castilla. Un filial madridista que perdió la categoría y en el que jugaba su hoy compañero en el Valencia Dani Parejo. No fue titular Pablo Hernández. Entró en el minuto sesenta y siete, junto a Lucas Lobos, por Enrique.
De aquel Cádiz en el que jugó sólo quedaba Jose González, como entrenador. Cuatro años y medio después de su despedida en Carranza, Pablo Hernández regresó en partido oficial. Defendiendo la camiseta de un Valencia apeado de la Champions, de capa caída y que tenía en la Copa del Rey su principal objetivo de la temporada.
Lo hacía sin terminar de ser titular indiscutible en Liga con su equipo. El de Onda había disputado, hasta la fecha, diez partidos en Primera División. Siete de ellos como titular, tres desde el banquillo. Lo preocupante, en su caso, era que sus dos últimos encuentros habían sido como suplente, ante Levante y Real Madrid. Diez partidos y un gol, ante el Barcelona, en el empate a 2-2 de su equipo contra los culés.
Regresó a Carranza como titular, formando junto a Piatti en los extremos. Sin embargo, su regreso a Carranza no fue el deseado por él. No cuajó un buen encuentro. Apenas se le vio, apenas inquietó a los defensores cadistas o Gonzalo. Mucho más participativo se mostró, en todo momento, Piatti, para el que el encuentro de Copa servía como una reválida.
Continuó sin ofrecerse en el segundo tiempo y fue el segundo cambio que Unai Emery realizó, buscando reactivar el encuentro. Su sitio lo ocupó Mathieu, pesadilla cadista en los últimos compases de juego, con sus centros medidos desde la banda. A los sesenta y siete minutos de juego (casualidad, el mismo minuto en que ingresó en el terreno de juego contra el Castilla en la 2006-2007) Pablo Hernández dejaba Carranza. Lo hacía aplaudido por un público que pudo disfrutar de él durante seis meses.
Autor:Belmonte
