El Cádiz nunca caminará solo

shankly_gates.jpgDicen que tanto en el amor como en la guerra todo vale. Cualquier artimaña es válida para lograr el objetivo marcado, ya sea una conquista personal o militar. El fútbol es un deporte que tiene un poco de amor y de guerra. Los aficionados sienten amor por unos colores, por un escudo, por un equipo. Las victorias de su equipo pueden alegrarle el fin de semana o, si se trata de una derrota dolorosa, pueden entristecérselo. Del mismo modo, también es una guerra: dos equipos compiten entre sí para alzarse con la victoria (quizás en estos días, con todo un Mundial de selecciones a punto de comenzar, sea cuando el aspecto “militar” del fútbol tenga más sentido)Todo vale con tal de conseguir un objetivo. Y eso es lo que parecen haber pensado desde la directiva de la Sociedad Deportiva Huesca, que en un feo gesto ha decidido ofrecerle al Cádiz Club de Fútbol ochenta y ocho entradas. Desde el club oscense se ha dado marcha atrás y se ha reducido el número de entradas ofrecidas al club cadista, pues anteriormente se había comprometido a darle doscientas sesenta y dos localidades. Además, desde la página web del Huesca, se indicó antes de que se diera a conocer el número final de localidades reservadas para los aficionados amarillos, que no admitía reservas de entradas. El Alcoraz es un estadio pequeño, con capacidad para poco más de seis mil espectadores. Si unimos la escasez de localidades que de por sí tiene el estadio oscense y el irrisorio número de entradas brindadas para la afición cadista a la distancia existente entre Cádiz y Huesca, nos encontramos con que una gran parte de la hinchada amarilla no podrá acompañar a su equipo en este crucial desplazamiento. El más importante de la temporada. Quizás conscientes de lo que se juegan ambas escuadras, los directivos del Huesca han optado por dificultar en lo posible la llegada de aficionados del Cádiz para intentar apuntarse el primer tanto del partido. No deberían ponerse tantas trabas, no debería de dificultarse más un desplazamiento que ya de por sí parece una odisea. Es un gesto lamentable por parte de la directiva de la Sociedad Deportiva Huesca, que parece haberse apropiado la premisa de que “hay que ganar por lo civil o lo criminal”. No todo vale. Es necesario cuidar las formas, tener un mínimo de educación, saber estar y no enturbiar el ambiente. Hay que tener consciencia de que se representa a una entidad (algo que falla en un país en el que Ministros piden que les traten de “tú” olvidándose de la dignidad del cargo que ocupan) y que actuando así se daña la imagen del representado. Ambos equipos se juegan nada más y nada menos que seguir en el fútbol profesional la próxima temporada y quizás para un equipo como el Huesca, que planea la construcción de un nuevo estadio sea dramático perder la categoría, pero eso no es razón para comportarse de esta forma. No es admisible proporcionar un número determinado de entradas – que ya era bastante escaso – para después, unos días más tarde, reducirlas. El “donde dije digo, digo Diego”, nunca ha sido una forma válida y seria de actuar. Estas formas de proceder lo único que conseguirán es caldear más los ánimos y desprestigiar a la entidad, no llegando a conseguir su objetivo: el Cádiz nunca caminará solo.

Autor:Diego Manuel Belmonte

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