Carlitos y López Silva la playa por el río; Cádiz por Córdoba

cadiz_silva.jpg Era un secreto a voces que tanto Carlos Caballero como López Silva, al cumplir contrato con el Cádiz, no iban a continuar en la disciplina amarilla la próxima campaña. Los dos eran futbolistas codiciados por clubes de superior categoría, y parecían tenerlo todo hecho con el Recreativo de Huelva, de Julio Peguero. Sin embargo, no recalarán en el Decano del fútbol español, sino en el Córdoba Club de Fútbol.

 El conjunto califal, inmerso en una complicada situación económica e institucional, con un ERE de por medio, ha firmado a tres futbolistas de una tacada: Astrain (del filial de Osasuna) y a los ex cadistas López Silva y Carlos Caballero. Estos dos últimos firmaron un contrato por las próximas dos campañas con el Córdoba, que les brindará una nueva oportunidad de militar en el fútbol profesional, tras la que tuvieron con el Cádiz en la temporada 2009-2010.

 Finaliza así la etapa cadista de estos dos jugadores, que llegaron de la mano de Peguero a Carranza. Mayor peso en el equipo ha tenido, desde siempre, Carlos Caballero. El madrileño llegó procedente del Linares, con el que había intentado el asalto a la Segunda División con anterioridad. Corría la temporada 2008-2009 y el Cádiz acababa de perder la categoría. Debutó en el Roquetas-Cádiz que inauguraba aquella temporada y no vio puerta hasta la sexta jornada, cuando inauguró el marcador de un Cádiz-Melilla. Cinco goles más haría aquella campaña: dos al Linares, otro al Antequera, Marbella y Balompédica Linense. Fue titular indiscutible aquel año, siendo clave en la consecución del ascenso cadista.

 Lució menos en su estreno en Segunda División, en el que se mostró excesivamente irregular, entrando y saliendo de forma reiterada del once titular. Nunca llegó a afianzarse en el equipo, jugando su último partido aquella campaña el uno de mayo en Balaídos. No marcó ningún gol.

cad_mur_02.jpgEsta temporada ha vuelto a sentirse importante en el Cádiz. Determinante, tanto para Vidakovic como para Jose González. Ha dejado de jugar en el centro del campo y ha actuado como mediapunta, donde ha dado mejor resultado. Tan importante ha sido que, sin él, el Cádiz ha sido incapaz de ganar un solo partido esta campaña. Sin embargo, ha dado muestras de irregularidad, de desaparecer en partidos importantes y de perder los nervios con facilidad. La etapa de Caballero se cierra con noventa y un partidos y doce goles.

 López Silva también ha destacado por ser un jugador demasiado irregular. Brillante, cuando se ha mostrado participativo y las cosas le salían. Del montón, cuando se enfrascaba en las individualidades y no ayudaba al colectivo. Llegó del Orihuela en la 2008-2009 y, pese a empezar como suplente, acabó ganándose un puesto en el equipo y siendo fundamental para lograr el ascenso. En su primer año como cadista hizo tres goles (San Fernando, Portuense y Ceuta)

 En Segunda División mezcló encuentros inolvidables (como el del 2-2 con el Betis, en el que, además, hizo un gol) con otros verdaderamente para olvidar. Treinta y cuatro partidos disputó, contando de forma habitual para Gracia y Espárrago tanto en el extremo izquierdo como en la mediapunta, posición en la que nunca llegó a brillar. Hizo otros tres goles: al Betis, al Hércules y al Numancia.

 Esta temporada ha sido, quizás, la más floja de López Silva en el Cádiz. Ha jugado bastantes partidos, pero nunca ha llegado a hacerse con la titularidad de forma definitiva. A principio de temporada tuvo que ver con resignación cómo ocupaba un segundo plano por la irrupción de Aarón Bueno. Después, cuando consiguió hacerse con la titularidad, nunca dio sensación de estar al cien por cien. Finalmente, el joven Juanse Pegalajar acabó desplazándolo nuevamente. En estos tres años, López Silva ha jugado ciento dos encuentros como cadista y ha marcado ocho goles.

Autor:Belmonte

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