Las críticas son necesarias

La derrota del Cádiz ante La Unión no ha dejado indiferente a nadie. Por un lado, una parte descontenta de gente que apunta directamente al entrenador, como principal responsable de la derrota y del juego irregular de la temporada. Por otro lado, una parte de gente que defiende a capa y espada a Jose González, por encima de partidos como los de esta jornada. Es momento de calma, de reflexión. Pero también de crítica. uni_cad_01.jpgEl ridículo de La Unión hace que muchos miren al banquillo. Como en cualquier otro sitio, es el mister el que debe cambiar el rumbo y alcanzar de nuevo la senda del campeonato.Foto: Diario de Cádiz. No podía ser de otro modo tras el juego exhibido ante La Unión. No criticar al entrenador, como máximo responsable de la plantilla y a sus jugadores sería irresponsable. No una crítica ciega, sino inteligente, responsable. No hacerlo supondría una irresponsabilidad en estos momentos. Durante toda la temporada ha habido opiniones para todos los gustos. Incluidas, contrarias a la crítica, como si fuera mala. Como si la crítica, por si misma, resultara destructiva, demoledora. Como si al criticar, se estuviera en contra del Cádiz o de los intereses del club. Argumentos en contra de las críticas, ha habido de todo tipo durante la temporada. Quizás uno de mis preferidos sea la alusión constante al cadismo de Jose González, como si por ello estuviera libre de culpa cuando el equipo falla. Dios me libre de poner en duda el cadismo de Jose González. Dios me libre de dudar de los sentimientos hacia el club de un hombre que como futbolista disputó noventa y cinco partidos con el equipo y que es el entrenador que más veces ha dirigido al Cádiz. Pero su hoja de servicios no lo hace inmune a las críticas. Más cuando el equipo no termina de carburar, o cuando se muestra netamente inferior a un rival que, a su vez y sobre el papel, era inferior al Cádiz. Dicho esto con todos mis respetos hacia La Unión, que ha sido capaz de ganarle cuatro puntos a los amarillos esta temporada. Jose González es humano y, como tal, se equivoca. No está por encima del bien y del mal, por mucho que haya gente que se empeñe en ello, haciendo de menos a quien critica. Por mucho que él mismo, en sus comparecencias de prensa, se empeñe en aparentarlo. Entiendo que Jose González es el entrenador del Cádiz y, como tal, hay que apoyarlo. Su suerte será la nuestra. Un apoyo que debe ser responsable: reconociendo sus méritos cuando acierte y reconociendo sus errores, cuando los tenga. ¿La culpa de esto? En primer lugar, de los jugadores. Son ellos los que domingo tras domingo salen al terreno de juego a jugar. Son ellos los que tienen que tirar del carro, enganchar a la afición. En segundo lugar, de Jose González. Ya no sólo por ser quien selecciona a los once futbolistas más aptos para el encuentro de cada jornada, sino porque falla el apartado motivacional. Ante La Unión, si algo le faltó al Cádiz, fue un plus de energía, de intensidad. De ir a por el partido por arrojo. Le sobró conformismo. Un conformismo del que ha hecho gala en las últimas citas y que, en esta ocasión, le ha costado caro. Un conformismo que debería ser erradicado por el entrenador, que no da con la tecla para este tipo de partidos. Tampoco termina de dar con la tecla de las rotaciones Jose González. No hace mucho, David Ferreiro reconoció un bajón en su juego. La banda derecha ha sido propiedad exclusiva del gallego desde que comenzó la temporada, sin apenas alternativas. ¿No sería este un buen momento para darle descanso de cara al play-off? Como el gallego, llevan a full-time partido tras partido Óscar Pérez y Héctor Yuste, que sólo faltan cuando son sancionados o sufren algún percance. Es importante que un equipo mantenga una columna vertebral sólida, pero también que estos jugadores roten. Óscar Pérez y Yuste llevan tiempo mostrando síntomas de agotamiento claros. ¿Para cuándo un cambio?Son algunos de los errores de Jose González. No por reconocerlos se va a ser más vulnerable. No por reconocerlos se va a hacer mayor daño al Cádiz. Al contrario: si se reconocen los errores, se puede estar a tiempo para solucionarlos. Con todo, Jose tiene al equipo líder del Grupo IV. Si inapropiado me parece negar toda crítica hacia el técnico, no menos inapropiado me parece pedir su cabeza cuando los resultados le respaldan. El juego del equipo no acompaña; los resultados sí. Si los dos acompañaran Carranza no presentaría el aspecto de los últimos encuentros. Digo esto porque otra crítica reciente de este sector no-crítico ha ido dirigida a la afición. El Cádiz es líder, vence. Pero no convence. Si convenciera, la afición contestaría. A la gente, cuando se le da, responde. El equipo no está respondiendo a las expectativas, a su superioridad con respecto al resto de equipos del Grupo IV.

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