Es pronto para alarmarse

cadiz_manzano_gaucci.jpgNo pudo ser. El Cádiz no podrá superar en el palmarés del Trofeo Carranza al Atlético de Madrid, después de haber caído, con estrépito, con el Rayo Vallecano. Las sensaciones dejadas por el marcador y por las impresiones defensivas han sido bastante malas. Ya se comentaba tras los primeros amistosos: el Cádiz había dejado muy buenas impresiones en ataque pero en defensa tenía que trabajar más.Un trabajo que deberá realizarse con mayor hincapié a partir de ahora. Los seis goles del Rayo Vallecano se produjeron por errores del equipo atrás, que no estuvo todo lo competitivo que debía. Por fallar, ante el Rayo Vallecano falló hasta el infalible Aulestia, que puso en bandeja el primer gol a los madrileños. Un gol que lo cambió todo, pues se le complicó al Cádiz un partido que tenía más o menos encarrilado con el 2-0. La genialidad de Trashorras en el pase del segundo gol y unos diez minutos calamitosos en el primer tiempo mataron el partido, que no tuvo más historia a partir del cincuenta y cinco de juego. También es cierto que la línea defensiva fue de circunstancias: Aitor jugó de inicio después de llevar tres días entrenando con el equipo; Moke actuó como central porque ni Garretas ni Domingo se encuentran aún en condiciones físicas óptimas. Queda mucho por trabajar y aún hay tiempo para arreglar cualquier posible deficiencia antes del comienzo de la temporada el veintiséis de agosto. También, hay tiempo para recurrir al mercado si hiciera falta apuntalar la línea defensiva con algún otro futbolista experimentado. Es pronto todavía para alarmarse. No todo fue negativo: de esta abultada derrota se pueden sacar conclusiones positivas. Una de ellas, que este Cádiz tiene gol. Encajó seis, fruto de sus propios errores, pero consiguió marcar tres. Además, los tres, de los teóricos hombres de ataque. Pablo Sánchez fue el primero en ver puerta, tirando con mucha sangre fría y calidad la pena máxima que señaló el colegiado por agarrón de Labaka. Luego le llegó el turno a Belencoso. Un delantero que, en la primera que tuvo, estuvo cerca de marcar, después de aprovecharse de la indecisión en el despeje de Rubén. En la segunda no perdonó, más después del regalo del portero rayista. El último en marcar fue un Adrián Gallardo que comenzó en el banquillo y sustituyó a Belencoso. En la única oportunidad que tuvo, en un saque de esquina, hizo lo que mejor sabe hacer: envió el balón, de un buen testarazo, al fondo de la red.También cuajó un buen encuentro Tomás Sánchez. El canterano demostró por qué había convencido a Alberto Monteagudo para quedarse en el primer equipo amarillo. Disputó completo el choque. Primero, como lateral zurdo. Luego, pasó al costado diestro (desde donde pudo marcar en un mano a mano con Ismael) El joven lateral se mostró cumplidor en defensa, demostrando que no le pesó el jugar en Carranza.Indiano, Viyuela o, incluso Aitor Núñez en ataque, tampoco desentonaron mientras hubo partido. Guayre, para el que este Trofeo Carranza se ha enfocado como el último tren para quedarse en el equipo, dejó algún destello de calidad mientras estuvo sobre el terreno de juego.

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