Bien, Aulestia, Bien

Ningún equipo italiano había conseguido proclamarse campeón del Trofeo Carranza. Y el Udinese tampoco fue una excepción. Jugó en semifinales contra el Cádiz, en un duelo, a priori desigual, que acabó con empate a cero. Como el año pasado, tocaba dirimir desde los once metros al primer finalista del Trofeo Carranza. En aquella ocasión, el Cádiz perdió contra el Atlético de Madrid, después de que Velasco marrara el lanzamiento que podía clasificar al equipo y Tiri fallara en la muerte súbita.

Esta vez no se repitió la historia. Primero, porque el Cádiz sólo falló un lanzamiento (el de Juanjo), mostrándose muy acertado desde los once metros. Segundo, por Oinatz Aulestia. El cancerbero vasco vivió su primera gran noche en el que va a ser su estadio, ante la que va a ser su afición esta temporada. Detuvo tres lanzamientos de penalti del Udinese, dejando claro que es todo un especialista a la hora de afrontar lanzamientos desde el punto fatídico.

Tal vez, el momento de mayor grandeza de su trayectoria deportiva hay que encontrarlo en otra tanda de penaltis. La que vivió defendiendo los colores del Real Oviedo, en la que acabaría siendo la eliminatoria que devolviera a los ovetenses a Segunda B. Aulestia fue el gran héroe del encuentro, siendo esta tanda de penaltis el colofón perfecto a su gran temporada en Oviedo (en la que encajaría ocho goles, nada más)

Esa eliminatoria de ascenso la jugó el Real Oviedo contra el Mallorca B. El partido definitivo fue en el Ono Stadi, llegándose a la tanda de penaltis. Los ovetenses vencieron por 5-6, siendo clave la intervención de Aulestia: en la muerte súbita paró el sexto lanzamiento del filial bermellón, dando el ascenso al Oviedo.

Lo cierto es que, a lo largo de su trayectoria deportiva, Oinatz Aulestia ha destacado por ser todo un seguro a la hora de afrontar los lanzamientos de penalti. Ya demostró ser un especialista en su etapa en la Cultural Leonesa.

Larangeira. Floro Flores. Doubai. Ninguno de ellos pudo superar en la semifinal a Aulestia desde los once metros. El vasco, pudo con ellos. Gracias a su seguridad y experiencia, el equipo pudo imponerse a un rival que esta temporada disputará competiciones europea.

Rondón, Seba Fernández, Duda, Van Nilsterooy, Cazorla… Joaquín. Ninguno de ellos pudo superar en la final a Aulestia.

Gracias a sus guantes, el Cádiz consiguó un nuevo Trofeo Carranza. Bien Aulestia, bien.

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Con Juanse Pegalajar. La imagen lo dice todo. El vasco ya tiene amigos en el vestuario amarillo.

Foto. Perico Ortega — www.cadistasfinos.com

Autor:Diego Manuel Belmonte

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