Armando y Limia: Dos buenos porteros (II)
Para mí Armando y Limia son dos buenos porteros. No lo digo ahora cuando ambos gozan del justo reconocimiento popular por el acierto deteniendo desde los once metros. A ambos les debe el Cádiz gran parte del séptimo trofeo conseguido. Uno el viernes, y el otro el sábado. Así lo había decidido con anterioridad su ex compañero, ahora mister.Cualquiera de los dos podría desempeñar con holgura el papel de guardían de un aspirante a subir. El de Sopelana ya lo hizo una vez, y ahora se afana en repetir con el regusto de haber conocido la primera. Ale Limia, que más que argentino parece alemán por su frialdad, tiene en esta cualidad una de sus mejores virtudes. Buenos compañeros, los dos ya saben lo que es compartir titularidad durante la pasada liga. Elegir entre uno u otro es una de las primeras decisiones difíciles que deberá tomar Oli. Quizás ya la haya tomado. De todas formas no ha dado pistas y ha sido equitativo con ellos en el Carranza. Contra el Villareal, Limia encajó un gol tras libre directo al área, y luego, por el palo que cubría, le entró el rebote en De Quintana tras disparo de Nihat. Fue de menos a más y en el segundo tiempo lanzó un par de buenos contraataques con su potente y bien dirigido saque con el pie, otra de sus cualidades. En los penales ya se intuía que iba a ser una de las ventajas que tendrían los cadistas ante el Villareal. Su envergadura y reflejos ya le hizo parar un penalti a Eto’o en el Camp Nou la temporada pasada.
A Armando le tocó el segundo partido. Pudo ser la consolación pero su compañero le dejó se pudiera lucir en la final. Al poco de comenzar, en un corner sacado desde su derecha por Joaquín es Edú quien se zafá de Chico Flores y cabecea a placer dentro del área pequeña. La precisión del lanzamiento de Joaquín, y la rapidez de la jugada compensan en algo achacar culpabilidad a Armando, pese a que el remate fue dentro de la zona de influencia del portero, terreno prohíbido al delantero en estas jugadas. Quizás para dejar las cosas en tablas con su compañero, Armando encajó un segundo gol. Esta vez fue de libre directo. Tres hombres en la barrera no fueron obstáculo para que el portuense Joaquín hiciera inútil su estirada. Conociendo el carácter ganador del vasco seguro que aún no se explica como Joaquin pudo meterle ese gol, pese a la finura y precisión del portuense que rayó a gran altura a balón parado en el partido. Sin pedigri de para-penaltis le detuvó uno decisivo al brasileño Edú, el gran especialista de los verdiblancos.Resuelto el Carranza queda la duda de si Oli tiene resuelta la duda en la portería de antemano o si el Carranza le ha aclarado algo la solución. Con el debú del Vecindario a escasos días, la alineación del Cádiz aún no tiene claro quien la comenzará. Armando o Limia. Limia o Armando. Dos buenos porteros.
