Mundial 2006: Grosso le dio a Italia su cuarto mundial

Italia ya es tetracampeona Por si había alguna duda, la selección italiana dejó claro al mundo su grandeza. La «squadra azzurra» conquistó en Berlín su cuarto título mundial y lo hizo siendo fiel a su estilo. Un estilo que, guste más o guste menos, sigue vigente y dando títulos. Siempre sufriendo, ya desde el minuto cinco, el combinado nacional que dispuso Lippi acabó desquiciando a Francia. Hasta Zinedine Zidane acabó desquiciado, rendido, siendo la viva imagen de la rendición y desesperación gala. Jamás un jugador de su tronio debió haberse despedido de mala manera como hizo el astro francés, que en la prórroga cayó en la trampa que le urdió Materazzi. Si es censurable la acción del central transalpino, también lo es la respuesta de Zizou, que agachó su cabeza y se lanzó a por un tipo que anduvo metido en todas. Suyo fue el gol del empate y su rúbrica llevó la treta que desquició a Zidane y descabezó a Francia.La estadistica de los mundiales dice que Italia se presenta en finales cada doce años. También decía que Francia no sabía perder finales. Sin embargo ayer, con Italia por debajo en el marcador, cualquier otra selección hubiera notado el golpe de forma definitiva. Sin embargo la Italia futbolística es de otra raza. Lippi mantuvo el plan intacto y su respuesta no tardó en llegar, justo cuando ya lo había merecido incluso antes. Materazi marcó el empate en una acción en la que Barthez no estuvo fino. Los «bleus» notaron el golpe, aunque el segundo tiempo fue suyo. Sin noticias de sus delanteros y sin excesiva fluidez por los carriles, Italia dejó el balón en manos de Francia y se dedicó a defenderse. Se intuía que buscaba la prórroga. Italia tenía a Gianni Buffon y Francia, ¿tenía portero?…El acoso galo se mantuvo hasta que Zidane decidió emborronar su fama ganada a pulso de caballero. Lo hizo cuando más lo necesitaba su equipo.. Con uno más sobre el campo, Italia se hizo con el control del partido y lo condujo hasta los penaltis. Ahí ninguno de los suyos falló. Grossó, el héroe de las semifinales, lanzó el quinto y último. Estalló Italia, lloró Francia.