Iniesta hace que España llegue a la Gloria

espana_iniesta.jpgLOGO_SUDAFRICA.jpgEl Mundial de fútbol tendría un campeón inédito tras la disputa de la gran final. España u Holanda pasarían a formar parte del palmarés del torneo después de haber mantenido trayectorias diferentes a lo largo de la competición. El conjunto holandés era el único que había ganado todos sus partidos, aunque sin una brillantez extrema y basando su juego en la inspiración de Sneijder y Robben. España, por su parte, se había plantado en la gran final con un juego que a excepción del día de Alemania distaba mucho del que le valió para proclamarse campeona de Europa.Lo cierto era que el equipo había hecho historia: había superado la barrera de los cuartos de final y sin complejos iba a disputar el título. El once que Vicente del Bosque presentó en el Soccer City de Johannesburgo estuvo formado por Iker Casillas en la portería, Sergio Ramos y Capdevila en los laterales, Piqué y Puyol en el centro de la zaga, Xabi Alonso, Sergio Busquets y Xavi en el centro del campo, Iniesta y Pedro en las bandas y Villa como delantero centro. El colegiado fue el británico Webb, que ya pitó a España en su debut en el Mundial, ante Suiza. Con el pitido inicial Holanda salió a morder: Van Persie mereció ver la amonestación en el primer minuto, tras realizar una dura entrada por la espalda a Busquets. Tal era la agresividad holandesa que en los cuatro primeros minutos de juego realizó cuatro faltas. España, pese a esto, trataba de imponer su ritmo de juego, manteniendo la posesión, jugando entre líneas y con alegría. La primera gran ocasión de gol de la final fue favorable a España. Un saque de falta de Xavi Hernández tras una criminal entrada sobre Pedro fue cabeceada dentro del área por Sergio Ramos. Curioso que el de Camas estuviera tan solo dentro del área holandesa, sin ningún marcador que le dificultara el remate. El cabezazo fue bien detenido por el guardameta Stekelenburg. Holanda respondió con un tímido lanzamiento lejano de Kuyt, que vino precedido de un incomprensible error de España. En defensa, Xabi Alonso dio un pase horizontal buscando a Busquets, que la dejó pasar sin saber que detrás de él estaba el atacante holandés. Fue una jugada aislada, ya que España seguía con la posesión de la pelota, asustando al rival. Tras una jugada rápida de ataque, Iniesta abrió a la derecha buscando a Ramos, que se adentró en el área y centró buscando el remate de algún compañero, estando a punto de introducir Mathijsen el balón dentro de su portería en el despeje. En el siguiente corner, Villa tuvo su primera oportunidad, tras disparar de primeras al recibir un centro de Xavi, pero el balón se marchó lamiendo la red de la portería oranje. Vergonzoso WebbAl cuarto de hora de partido Howard Webb amonestó a Van Persie, después de que el delantero holandés golpeara a Capdevila en el tobillo. Para compensar, en una actitud incomprensible, el árbitro amonestó a Puyol tras una entrada sobre Robben. El inglés Webb medía con diferente rasero las entradas de ambos equipos, ya que Holanda vio la primera amarilla a la sexta falta y España, a la primera. Los nervios empezaron a hacer mella en los futbolistas españoles, que desplazaban el balón en largo, rifándolo y renunciando a su estilo. Holanda, que había disfrutado de la primera galopada por la banda de Robben, seguía a lo suyo: Van Bommel mereció irse a la ducha antes de tiempo tras hacer una salvaje entrada sobre Iniesta, que fue merecedora de cartulina amarilla para Webb. El árbitro se volvió loco: Ramos vio la amarilla en la jugada siguiente, quizás por las airadas protestas de los jugadores holandeses cuando el andaluz derribó a Kuyt. Las entradas holandesas habían logrado descentrar a España. Hacía falta que el equipo se tranquilizara y se aclarara las ideas, ante un rival que buscaba más la provocación que el juego. De Jong vio también la amarilla al darle una patada en el pecho a Xabi Alonso en el centro del campo, cortando un contragolpe de España. La entrada fue vergonzosa y la actitud del árbitro, más: era merecedora de roja y no de amarilla. Holanda pegaba y protestaba cada vez que el árbitro señalaba la infracción. El despropósito holandés llegó a su máximo cuando, a la hora de devolverle el balón a España después de que Casillas la echara fuera para que atendieran a Puyol, casi dispararon a puerta. Casillas tuvo que tocar la pelota, enviándola a saque de esquina, en el que Van Persie sí le devolvió la posesión a España.La final se acabó afeando: primó el juego holandés. Curiosamente, la Oranje no atacaba, se limitaba a dejar que corriera el reloj y de entrar con dureza a los jugadores españoles. España estaba incómoda y, aunque cuando tenía la pelota trataba de mimarla, le resultaba imposible. En el tiempo de descuento Robben pudo adelantar a Holanda, pero Iker Casillas despejó su lanzamiento desde la frontal a saque de esquina. Con empate a cero se llegó al descanso.Igual que en la primera parteTras la reanudación España intentó volver a estar en contacto con la pelota, mientras que Holanda mantenía su juego duro. El árbitro también mantenía el mismo nivel, especialmente permisivo con los holandeses. Todo seguía igual en el Soccer City. En un saque de esquina en el que los zagueros tulipanes hicieron gala de todo un recital de agarrones pudo llegar el tanto español, después de que Capdevila no llegara a rematar la pelota en la misma línea de gol. En la siguiente jugada Webb no señaló un penalti favorable a la Roja tras derribo de Van Bommel sobre Xabi Alonso dentro del área. España trataba de buscar alternativas ofensivas: Villa se marchó a la banda derecha y Pedro se marchó al centro. En una internada de Sergio Ramos vio la amarilla Gio van Bronckhorst. En esa falta llegó otra ocasión para la Roja, bien lanzada por Xavi, aunque se acabó yendo fuera. Holanda, que dio un pasito adelante gracias a Robben, seguía obsequiando al público con feas entradas: Heitinga tiró al suelo a Villa de manera criminal, cortando un contragolpe para España. El árbitro amonestó al central, más por sus airadas protestas que por la entrada. Era el quinto tulipán con cartulina amarilla en la final. Pero las malas artes de Holanda iban más allá de la dureza: hizo alarde otra vez de juego antideportivo a la hora de devolverle el balón a España después de que Xabi Alonso lo echara por línea de banda para que Villa fuera atendido. Le devolvió la posesión a España dejándole la pelota setenta metros más allá de donde la dejó fuera. Y, para colmo, Van Bommel pretendió presionar el saque. Buscando un cambio en el estilo de juego, Vicente del Bosque sustituyó a Pedro para introducir al sevillano Jesús Navas. La apuesta era clara, se buscaba más verticalidad y descaro. Ocasiones para los dosIker Casillas salvó a España al dieciséis de la segunda parte, en la jugada más clara para Holanda. Un buen pase entre la zaga de Sneijder encontró a Robben, que se marchó como una exhalación hacia la portería de España. Era un mano a mano claro, de los que Robben no solía fallar, pero falló: Casillas despejó el balón a corner con el pie derecho. España intentó restarle importancia a la ocasión, volcando su juego ofensivo por la derecha, donde Jesús Navas había salido con muchas ganas. El andaluz encaraba, luchaba, regateaba y salía victorioso de sus lances con los defensores holandeses. Si antes Holanda perdonó, también lo hizo España. Un centro de Navas le llegó completamente solo y sin portero a Villa, pero su lanzamiento a puerta fue despejado a corner sobre la línea de gol por Mathijsen. El seleccionador holandés metió a un jugador ofensivo: Elia por Kuyt. Heitinga, consciente de que Webb no lo expulsaría, tiró al suelo a Iniesta cuando el manchego iba a organizar el juego ofensivo de España. El árbitro, con su permisividad, había destrozado la gran final. El Guaje optó por irse a la banda izquierda y desde allí llegó al área tras hacer una serie de paredes con Xavi. Su disparo fue enviado a corner por Stekelenburg. En dicho saque de esquina Sergio Ramos, completamente solo, envió el balón por encima del larguero tras rematar de cabeza. Volvía a perdonar España. Mientras tanto, Holanda seguía igual y Van Bommel era el máximo exponente de este juego: tiró a Iniesta y exageró en la caída un choque con el manchego poco después. Cada vez que España tenía unos minutos buenos, Van Bommel estaba allí para desestabilizar. Fueron los mejores minutos de España, que arriesgaba para matar el partido antes de la prórroga. Fruto de estos riesgos, Robben estuvo a punto de tener otro mano a mano con Casillas, pero el mostoleño le quitó rápidamente la pelota al extremo holandés. Robben estaba desquiciado y por sus airadas protestas fue amonestado por Webb. Del Bosque volvió a mover ficha: quitó a un cansado Xabi Alonso por Cesc Fábregas. A la prórrogaLos minutos finales del segundo tiempo se consumieron con más pena que gloria: ambos contendientes eran víctimas del cansancio. Apenas pasó nada, ya que España decidió aguantar la pelota sin arriesgar para llegar al tiempo suplementario. Finalmente, sin goles, se llegó a la prórroga.En la prórroga España salió a por todas, tratando de conectar entre ellos Xavi, Cesc e Iniesta. Sin embargo, debía enfrentarse a doce rivales, ya que Webb con sus decisiones favorecía a Holanda. No pitó un claro penalti sobre Xavi después de que Mathijsen lo derribara dentro del área. Webb pudo incluso pitar una falta previa a Iniesta al borde del área, pero no lo hizo. Incluso en la prórroga Holanda salió con una actitud reservona, esperando atrás y jugando al límite de la legalidad.Cesc pudo darle el Mundial a España. Iniesta metió un paso en profundidad entre los centrales y el capitán del Arsenal encaró a Stekelenburg. Tenía a Villa solo, pero optó por disparar, adivinándole el cancerbero las intenciones y evitando el tanto. Holanda se estiró, buscando robar el balón para que Robben resolviera. Holanda debía tener más la pelota si quería hacerle daño a España y por ello Van Marwijk introdujo a Rafael Van der Vaart, por Nigel de Jong. Jesús Navas tuvo la tercera gran ocasión de la Roja, pero su disparo fue despejado a corner al dar en Van Bronckhorst. Con Van der Vaart, los tulipanes tenían una salida más clara del balón, pero las mejores ocasiones seguían siendo de España. Cesc, tras una buena jugada individual volvió a estar a punto de marcar. Holanda quemó sus naves y realizó su último cambio: se fue Van Bronkhorst y entró Braafheid. La primera parte de la prórroga acabó también sin goles. Antes de que la segunda parte tuviera comienzo Del Bosque quitó a David Villa para meter a Fernando Torres.JusticiaNada más entrar, el Niño pudo comprobar la dureza holandesa, después de que Heitinga chocara con él sin balón. Heitinga fue expulsado tras agarrar a Iniesta cuando se marchaba para encarar a Stekelenburg. Holanda se quedaba con diez jugadores sobre el campo: más vale tarde que nunca. También fue amonestado Van der Wiel tras hacerle una fea falta por la espalda a Iniesta. Holanda con uno menos decidió esperar a jugarse el Mundial en la lotería de los penaltis. En cada saque de puerta Stekelenburg perdía todo el tiempo que podía, en cada saque de banda Van der Wiel también hacía lo propio. Y llegó el momento. Llegó el gol que hacía justicia en el minuto ciento dieciséis de partido. Y fue de Iniesta, el mejor de la final. Desde la banda izquierda Fernando Torres centró al área, pero el balón fue cortado por un defensor, quedándosele muerto a Cesc Fábregas. El catalán se la dio a Iniesta, solo dentro del área, que con un fulminante disparo batió a Stekelenburg. Un gol que podía con la injusticia arbitral y con el antifútbol holandés. Y un gol que homenajeaba al fallecido Dani Jarque. Con el gol en contra le entraron prisas a Holanda, que trató de presionar más al árbitro en cada decisión que tomaba. Mathijsen vio la amarilla, al igual que Iniesta. Cada balón de Holanda buscaba el área española. El colegiado descontó dos minutos, que fueron agónicos. Tan agónicos que Fernando Torres se lesionó solo, teniendo que abandonar campo antes de tiempo. España acabó con diez, al igual que Holanda. Y con el pitido de Webb se desató la locura: España ganó el Mundial de fútbol. Las lágrimas del capitán Casillas al término del partido ejemplificaban el sufrimiento de un grupo que acababa de hacer historia, pese al despropósito arbitral y el juego sucio.Para recoger la tan ansiada Copa de Jules Rimet los jugadores se cambiaron la camiseta: dejaron la segunda equipación azul por la roja usual, que ya tenía la estrella que acreditaba a España como campeón del mundo bordada en la camiseta. Uno a uno, emocionados, recogieron sus medallas, hasta que Blatter, presidente de la FIFA, le dio el preciado tesoro a Iker Casillas, que la levantó emocionado. España acababa de hacer historia.

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