Derbys

logo_small_new.gifmicroondas.gifEsta semana la colaboración que cada semana nos escribe Ignacio de la Varga, de la redacción de deportes de la Cadena SER Cádiz va sobre el partido del domingo en Chapín. Año y medio después del inolvidable 18 de junio de 2005 vuelve el Cádiz a Chapín, un estadio ya en el Museo de los mejores recuerdos del aficionado cadista.


DerbysLlegó el momento, vuelve el partido de máxima rivalidad, Xerez-Cádiz. Un partido en el que las emociones se desatan, aunque muchas veces el fútbol brille por su ausencia. Suele pasar en los partidos en los que hay en juego más que tres puntos. Porque lleguen en el momento que sea, principio, mitad o final de la liga, siempre hay algo especial en esos choques.Algo más de tres puntos, acabo de escribir, pero, ¿qué más? Para los jugadores es posible que sea un partido con un morbo especial, por el ambiente de las gradas, la semana previa – vaya semanita, por cierto-, pero luego, en fin, sólo es fútbol. Para el aficionado las cosas son diferentes. El perdedor tendrá que aguantar las bromas en el trabajo, mensajes dando la carga de uno y otro, y el corazoncito y el orgullo del hincha se herirá un poco en su amor propio, ¡nos ganó el vecino! En la otra cara, la del ganador, será todo lo contrario. No sonrían, que seguro el domingo querrán verse en este lado, querrán ser el pesado al que más de uno esquive, aunque por mucho que el compañero lo intente no podrá evitar recibir la mirada burlona del que dice sentirse triunfador y no por lo importante que es para su equipo los tres puntos, ya sea para seguir arriba o para salir de la zona baja, va más allá de eso, “¡les ganamos, toma jejeje¡ “. No me lo nieguen, es bonito, sobre todo cuando a uno le toca ser el que ríe, claro. ¿Quién dijo que las rivalidades tenían que acabar? Todo lo contrario, que continúen, que realmente es lo que le da salsa al fútbol, pero que ni por un segundo nadie saque los pies del tieso, ní siquiera con un insulto, ¿para qué?, si no convivimos todos juntos, no merece la pena. Lo mejor es llegar el lunes al trabajo, la universidad, el colegio o a comprar el pan, que más da, y pinchar al amigo, o Dios no lo quiera, tener que esconderse de él, que esas risitas dan un coraje…

Autor:Ignacio de la Varga

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