Otra vez los pequeños detalles
Este nuevo Cádiz corre siempre. Pero también decía Antonio Calderón que al Cádiz le habían fallado algunos pequeños detalles para ganar más partidos. Y ayer volvieron a fallar los detalles, unos pequeños y otros grandes. «Los detalles», más bien, no cuidarlos, claves en la derrota para J.J.León en su columna de opinión en el Diario de Cádiz que traemos al Dicen que el amarillo.
Otra vez los pequeños detalles
 Procopio y Barla en la previa. Fue la primera derrota de ambos.Fotos: Tito Martín-cadistasfinos.com |
SE truncó la buena racha. El Cádiz de Raúl Procopio ha mejorado en un detalle: lucha y tiene esa disposición que se debe exigir a los jugadores. Víctor Espárrago decía que cuando no se juega bien, al menos hay que correr. Este nuevo Cádiz corre siempre. Pero también decía Antonio Calderón que al Cádiz le habían fallado algunos pequeños detalles para ganar más partidos. Y ayer volvieron a fallar los detalles, unos pequeños y otros grandes.Empezó fallando el arbitraje de Gardeazábal, apellido de histórico recorrido en estas lides del pito. Para que después digan que los vascos se apoyan entre ellos en el mundo del fútbol. Si un árbitro gaditano perjudica al Cádiz del modo que lo hizo ayer este individuo a la Real Sociedad, poniéndole en bandeja de plata tres puntos a un rival directo, se hubiera tenido que exilar en Jerez por lo menos. No fue sólo la jugada polémica del penalti, que pudo poner al Cádiz en ventaja, o la expulsión de Miguel, aún con 0-0, sino que se le vio el plumero anticasero, permitiendo las tunanterías del Sporting, que dio patadas como las de la expulsión directa desde el minuto 1. Al Cádiz, por cierto, en esta temporada, le han tocado dos arbitrajes bochornosos ante el Sporting, aquí y en Gijón, ¡qué casualidad!
 Los cambios fueron cuestionados por gran parte de la afición.Por otra parte algó lógico cuando no se gana.Fotos: Tito Martín-cadistasfinos.com |
Había un hándicap de partida. Pero también fallaron otros pequeños detalles. Por ejemplo, los cambios de Raúl Procopio, que se equivocó desde el primero, a raíz de la lesión de Enrique, quizá porque en el banquillo tenía a tres delanteros centro y ningún extremo o jugador de banda. Al poner a Manu Barreiro, que por lo visto ayer está todavía verde, después quitó a Dani anticipadamente para que entrara Fornell, y más tarde relevó a un defensa, De la Cuesta, porque con los cambios anteriores le faltaba un ariete de garantías cuando ya iban perdiendo y puso a Gastón Casas como segundo atacante. Quizá hubiera sido mejor poner a Casas en el primer cambio, que tiene más experiencia, y todavía mejor haberse llevado al banquillo a un jugador de banda del filial.Me da la impresión de que se intenta sacar jugadores de la cantera como sea, por hacer bulto, y eso es un error. En esta temporada se ha probado a varios, pero ninguno se puede considerar titular. Los últimos titulares de la cantera son Raúl López, que vive una segunda juventud, y Abraham Paz. Para sacar a un chaval hay que estar muy seguro de sus posibilidades y darle confianza. Pero tal como se está haciendo lo normal será que nos carguemos a varios futbolistas, al modo de lo que ocurrió con Pablo Sánchez, por ejemplo. Ayer, de los dos que jugaron, el mejor fue Fornell, que corre muchísimo, incansable, pero concretó poco.Otro pequeño detalle que falló fue la jugada del gol del Sporting. Un golazo de Diego Castro, que debe estar encantado con el Cádiz, pues si lo tuviera siempre como rival sería internacional. Recuérdese su memorable actuación el día de los cinco goles, cuando echaron a Oli. Ayer se permitió otro lujo, gracias a la inestimable colaboración de Natalio y Cristian, que hicieron el don Tancredo en la jugada previa, con un túnel incluido.Por pequeños detalles como éstos el Cádiz no está salvado todavía. Y ahí seguimos, algo más tranquilos porque los hay peores.
