Orden

hernandez_guerrero.jpgEntre las múltiples palabras con las que los críticos han calificado el partido del Cádiz en el Sardinero -seriedad, tranquilidad, trabajo, sufrimiento- la que, a mi juicio, mejor resume la clave que explica este importante triunfo es orden. Es cierto que uno de los alicientes de este deporte es el que proporcionan las jugadas inesperadas, las soluciones imaginativas a los problemas que crean los equipos contrarios, y, por eso, valoramos tan positivamente a los futbolistas dotados de fantasía y de creatividad. Es verdad que el juego soso y conformista nos aburre y, por eso, disfrutamos cuando un jugador ingenioso como, por ejemplo, Robinho o Ronaldiño, nos sorprende con una jugada improvisada y saca de la nada un pase inverosímil. Pero hemos de reconocer que si, finalmente, esa jugada no termina en gol y el equipo pierde, los elogios se convierten en amargas críticas y los aplausos se sustituyen por abucheos indignados.   Al fútbol de hoy -y de siempre- le exigimos solvencia y rentabilidad. Ha de ser vistoso, rápido y eficaz, y, para lograrlo, es necesario que sea inteligente aunque, a veces, pierda la brillantez de los fuegos artificiales. A nuestro juicio, el Cádiz representará su papel en la Primera División si funciona como un reloj, si, como ocurrió el domingo pasado, exhibe un alto nivel de concentración, si presionan desde el primero al último minuto. El éxito dependerá, más que de las florituras, de la estrategia, de ese conjunto de decisiones sobre la manera de jugar tomadas por el entrenador antes de empezar el partido. Por eso es tan importante que, para responder al juego de los equipos adversarios, el Cádiz sea consciente de su identidad, y actúe como sabe. Es necesario que los jugadores memoricen y respeten sobre el césped el orden -el modelo teórico- que, previamente, Espárrago haya establecido en la pizarra. Si a lo largo de la ardua temporada, siguen manteniendo el orden en la defensa, en el centro y en la delantera, y, además, en el banquillo, en el vestuario y en el comportamiento profesional de los jugadores, al final volveremos a entonar el alirón.     Profesor Hernández Guerrero Artículo de Opinión publicado en La Voz de Cádiz (15-09-05)      

Autor:Profesor Hernández Guerrero

También te podría gustar...