Los fichajes de invierno

Reproducimos columna de opinón que José Joaquín León Morgado, Director del Grupo Joly, además de Director del Diario de Cádiz escribe después de partido en Carranza en el rotativo gaditano.  -.-.-.-.-.-  .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-

Los fichajes de invierno ACERTAR en los fichajes es una de las claves para completar una buena temporada. Al Cádiz, por lo visto, se le dan mejor los de invierno que los de verano. Si el año pasado fue un acierto traer a Lucas Lobos en el mercado invernal, esta vez la llegada de Abel Buades y Pablo Hernández ha mejorado el equipo. El problema es que cuando se realizan los fichajes de invierno ya se ha desperdiciado media temporada, ya se ha perdido demasiado tiempo. Y esta vez, en verano, se lucieron.Venía el Cádiz de completar un gran partido contra el Almería; que en condiciones normales, según lo ocurrido, debió terminar 4-1, pero que se empató por los fallos atrás (en los dos goles visitantes) y delante (en un rosario de ocasiones desaprovechadas). Entre ese encuentro y el anterior de Murcia se había torcido el rumbo del camino al ascenso, porque es un obstáculo importante fallar en dos partidos de los de seis puntos (los tres que se pueden ganar y los tres que puede perder un rival directo). Así que al Cádiz no le queda ya apenas margen de error. El equipo que juega ahora sí huele a ascenso, y seguro que lo hubiera conseguido si se hubiera dispuesto de un once de ese nivel y con un técnico más preparado al principio. El Cádiz de ayer tuvo una primera media hora en la que se mostró como el equipo que quiere su afición: dominador, con empaque y dejando el partido prácticamente resuelto. Cambió a peor a partir de esa media hora, en la que se dejó llevar por un conservadurismo descarado, echándose para atrás y esperando que pasaran los minutos. Y fue por un motivo evidente: la lesión de Abel Buades. Se demostró la importancia de tener un centrocampista creativo, con dotes de mando, que no se limite a cortar y rifarla, como ha sido el sino cadista en la zona ancha durante casi toda la temporada. También fue fundamental, en ambos goles, entrar por las bandas y centrar bien, una vez por la izquier da y otra por la derecha, lo que posibilitó el cabezazo de Pablo Hernández y el remate de Pavoni. La recuperación de Pavoni mitiga la ausencia de Lucas Lobos. Un Cádiz con los lesionados Lobos yAbraham Paz, tras la llegada de Buades y Pablo, sería un firmísimo candidato a Primera, pero ayer se vio que sin estos cuatro se pierde todo el encanto, y sólo queda recular, correr y despejar. Músculo, que le dicen, y que está muy bien para el atletismo.No hacen falta goles a balón parado cuando el esférico se mueve con criterio y se centra bien, como pasó ayer en una eficaz salida del Cádiz. Pero la segunda parte fue un desperdicio, ante un Salamanca que estaba con todas las papeletas para llevarse una goleada.No llegó la paliza porque Medina sigue sin acierto en el remate, aunque salvó un gol cantado del Salamanca que hubiera sido el 2-1, y Acuña, que jugó un ratito, aún no se ha estrenado. Pero al público le quedó ese regusto de los primeros minutos, cuando jugaron los que saben. Una pena que futbolistas como Abel y Pablo hayan llegado en enero, mientras en septiembre decían que no hacía falta un extremo derecho y que Sergio Rodríguez era el mejor centrocampista de Segunda.