La óptica azulilla

La crónica del encuentro de esta semana desde el punto de vista del rival de turno, nos lleva a detenernos en la edición jienense del Ideal. Es la óptica azulilla de un encuentro en el que el Linares puso de su parte y casi iguala para acabar encajando el tercero en el alargue. Las fotos son de cadistasfinos.com   lin_cad_07.jpgCuestión de respeto. En esas tres palabras se puede resumir lo visto en el enfrentamiento de ayer en Linarejos. Respeto es lo que ha perdido el colectivo arbitral hacia el CD Linares. En otras jornadas, los errores son asumibles, pero la actuación de Méndez Caballero favoreció tan notablemente al conjunto cadista que el club y su afición acabaron clamando contra un colegiado que había tenido actuaciones brillantes en anteriores visitas. Respeto es lo que siempre ha tenido la hinchada azulilla hacia el rival, pudiendo jactarse de visitar cualquier campo ajeno y ser tratados de la misma manera. Últimamente los modales de un sector de la hinchada han quedado aparcados, especialmente cuando aparecen hinchas de terceros equipos y se permiten la licencia de hacer lo que no harían en su casa, porque están de visita. Triste la imagen que se dio al mediodía en Bar Mica, enfrentándose azulillos y amarillos sin motivo. Después, las consecuencias las pagarán las familias que quieran visitar Cádiz en el encuentro de vuelta. Respeto es lo que mostró Carlos Caballero por su antiguo club. Abrió y cerró la cuenta del Cádiz, no celebró los tantos y se retiró del campo ovacionado por Linarejos, haciendo honor a su apellido. Como también es respeto lo que va ganándose sobre el campo semana a semana el conjunto de Rafael Román en este complicado inicio liguero. Los había que auguraban un paseo militar del Cádiz, pero el rival de los azulillos sólo apabulló a los locales en los primeros veinticinco minutos. lin_cad_12.jpgDurante los primeros compases al Linares le costaba salir de su campo. Los amarillos impusieron su fortaleza física y altura para colgar balones, aunque sólo un remate de espaldas de Toedli que se marchó arriba llevó verdadero peligro al área de Moso. Cada intento de salir a la contra era cortado por el colegiado, que devolvía a los visitantes en forma de falta la posesión de cada balón dividido y peleado. Sin embargo, ante los empujones que todo el campo veía y daban al traste con los futbolistas de Román, el juego seguía y Linarejos se ofuscaba un poco más en cada acción. Despertar azulillo En el 25 despertó el Linares con una acción individual de Dani Bouzas. Se marchó de tres defensores y Mansilla mandó a córner su ‘pase de la muerte’ a José Manuel. Se botó el córner y Fede cabeceó fuera. La respuesta cadista fue contundente: un centro apurado de Raúl López y Carlos aparecía en el primer palo para empujar el 0-1. lin_cad_09.jpgA partir de ahí la posesión de balón se repartió más y ambos equipos lanzaban sus golpes. Enrique avisó del segundo empalmando de primeras un saque de esquina en la frontal que rozó la madera. Casi se había olvidado el público del colegiado cuando, a punto de llegar al descanso, Enrique controlaba ayudándose de la mano para hacer el pase a Toedli en el área pequeña. Remate franco: 0-2 y cartulina a Bouzas por protestar. La segunda parte fue del Linares. Román le dio entrada a Vera en el descanso por un desaparecido Montiel. Habían pasado sólo dos minutos cuando Bouzas botaba la falta al segundo palo, Aridani la dejaba de cara y Fede fusilaba a Casilla para acortar distancias. El Cádiz dio un paso atrás y el Linares se hizo con el control del juego. Al cuarto de hora, Pedro tuvo el segundo en sus botas, tras una gran acción de Bouzas, pero le pegó con su pierna mala y mandó arriba el zurdazo. También lo tuvo Vera en una falta en la frontal que se marchó lamiendo la madera. Roja directa La esperanza azulilla recibió una bofetada cuando José Manuel, que peleaba desde el suelo por el control de un balón que le había cortado Fleurquin, cometía falta y veía la roja directa. Excesivo castigo a todas luces, pero el daño ya estaba hecho y el Cádiz aprovechó para excederse con el beneplácito arbitral. La guinda la puso Méndez Caballero en el claro penalti de Víctor sobre Fede que no señaló. A la contra, Moso evitó el tanto de Carlos. Con todo arriba, Chico de delantero referencia, el Linares quería morir matando con un hombre menos en busca del empate, pero fueron los cadistas los que se aprovecharon de una indecisión entre Castellanos y Moso. Rubiato recogía el balón y la ponía en el área para que Carlos recortase y subiera el 1-3 definitivo. Colorín colorado, pitido final, enfado monumental de la hinchada azulilla con el árbitro y sensación de impotencia para un grupo de profesionales que estuvieron cerca de haber sacado algo positivo ante uno de los gallos más fuertes del corral del Grupo IV. La efectividad le dio los tres puntos al Cádiz.  

También te podría gustar...