La opinión de un experto en contratos

Muchas son las opiniones que sobre el conflicto entre Baldasano y Muñoz se están produciendo. A nuestra sección «Dicen que el amarillo» traemos la de Rodrigo Sánchez Ger, aficionado cadista, que expone su punto de vista en la edición impresa de la Voz de Cádiz.  Una opinión con el valor añadido sobre su conocimiento de como se perfeccionan los contratos privados, labor a la que se dedica profesionalmente como Profesor Titular de Derecho Civil de la Universidad de Cádiz.   Pacta sunt servanda es una locución latina, que se traduce como «lo pactado obliga», que expresa que toda convención debe ser fielmente cumplida por las partes de acuerdo con lo pactado.

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Pacta sunt ServandaLos pactos son para cumplirlos, se decía ya en el Derecho Romano. La buena fe se presume, dice nuestro Código Civil. En estos dos principios fundamentales se asientan la infinidad de transacciones económicas que se producen a diario, proporcionando seguridad y confianza a quienes las realizan.No parece que sea este el caso del contrato que, con sus famosos anexos, firmaron en su día Baldasano y Muñoz. Porque, ¿acaso el primero faltó a clase en la facultad el día que explicaron que los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes?, o ¿es posible que el segundo no prestara mucha atención mientras sus abogados le explicaban el principio de la buena fe contractual? Lo que no parece ofrecer duda es que Baldasano debió sacar nota en el caso práctico sobre resolución por incumplimiento contractual y que Muñoz ha reinventado el derecho de obligaciones, dando, haciendo o no haciendo, según su personal criterio, sin que el justo equilibrio que debe presidir el intercambio entre las partes haya figurado entre sus prioridades.Dos personajes muy diferentes con formación muy dispar, ICADE uno, la vida el otro. Con métodos bien distintos; en un caso, protocolarias ruedas de prensa para decir adiós, me voy, lo siento no admito preguntas, muchas gracias por todo y, en el otro, la compañía de dos agentes de seguridad para decir todo el mundo a la calle que esto es mío mientras no se firmen los anexos. En ambos, un mismo propósito; hacer de la compraventa del Cádiz un negocio, sólo eso.Baldasano debió haberse marchado en julio, cuando hizo el amago. Entonces sí hubiera resultado creíble decir que la situación real no tenía nada que ver con lo pactado. Hoy, cuatro meses después, se hace difícil creer que se haya enterado hace una semana de la situación financiera del Cádiz, porque si el auditor ha trabajado sobre la documentación que le ha proporcionado el Cádiz, sus hombres de confianza disponen de esa documentación desde hace meses. A Muñoz ya lo conocíamos, a Baldasano lo estamos conociendo y sorprendentemente resulta que se parecen bastante.

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