La crónica con óptica blanquiazul

Raúl López, en su línea. Siempre cumple

José M. Penadés, en La Verdad Alicante, es la firma que realiza la crónica del encuentro para el rotativo del grupo Vocento en la capital alicantina. La reproducimos para nuestro «Dicen que el amarillo». Así vieron el partido bajo la óptica blanquiazul.En caída libreEl Cádiz sacó petróleo ayer en su visita al José Rico Pérez. Con la ley del mínimo esfuerzo, el equipo de Oli, que también llegaba a este encuentro cuestionado, aprovechó su ocasión (porque no tuvo más), y se llevó los tres puntos del recinto alicantino.Injusto el resultado, ya que ayer, en los primeros cuarenta y cinco minutos, se pudo ver a un Hércules diferente. Primero, porque José Bordalás revolucionó el once titular. Jugadores como Tote, Montenegro o Redondo comenzaron en el banquillo; mientras que Moisés, el gran triunfador del partido de Copa, fue de la salida, formando pareja atacante con Piti.Y segundo, porque el equipo se mostró implicado por la causa, y realizó una de las primeras partes más completas de la temporada, aunque carente de gol.Lo único que volvió a fallar fue la línea medular. Farinós no se entonó y acabó siendo sustituido por Montenegro a siete minutos del descanso, lo que provocó su cabreo, ya que el valenciano tomó las puertas y se marchó directamente al vestuario.No obstante, lo mismo daba que se hubiese marchado Farinós u otro compañero. Ayer, los pivotes no existieron y todo el juego desplegado por los locales fue por banda o bien pases largos buscando a Moisés y a Kike Mateo, los mejores en la primera parte.El conjunto entrenado por José Bordalás arrancó el encuentro volcado sobre la meta defendida por Armando. El delantero Moisés ya había probado fortuna dos veces en los seis primeros minutos. Kike Mateo, a los quince minutos, obligó al meta gaditano a realizar una gran intervención para evitar que el balón se colara en su portería.Todo era cuestión de tiempo. Pero no fue así. La suerte dio la espalda a los locales y se alió con los visitantes. Un contragolpe del Hércules se convirtió en la jugada del único gol del partido. El Cádiz recuperó el balón, vio el desmarque de Jonathan Sesma quien se fue por velocidad y cedió a De Paula para que marcara a portería vacía. Jarro de agua fría, y de nuevo con el marcador en contra.A raiz del gol, el Hércules estuvo durante unos minutos contra las cuerdas, aunque a base de coraje y ambición volvió a tomar las riendas del juego.Antes del descanso, primero Turiel, de acrobático disparo, y más tarde Piti, desde unos 40 metros, pusieron en apuros al meta visitante, aunque sin premio final.Tras el descanso, el equipo de Oli se limitó a defender la renta obtenida en el primer periodo ante un Hércules voluntarioso, pero que se mostró impreciso en los metros finales y acusó los nervios acumulados tras las tres derrotas anteriores en la Liga.Bordalás se la jugó. Viendo la inoperancia atacante del rival arriesgó con defensa de tres, aunque los locales, que notaban el esfuerzo físico de los primeros cuarenta y cinco minutos, no pudieron con la ordenada defensa gaditana.Incluso llevaron a tener superiodidad numérica por la expulsión de Fleurquín, aunque el resultado fue inamovible, y los blanquiazules se sitúan en una preocupante 19ª posición, y con un derbi ante el Castellón el próximo sábado. En fin, ¿de locos!