Fleurquin: Centenario cadista

  cadiz_fleurquin_42.jpgAndrés José Fleurquin Rubio llegó a Cádiz en el verano del 2004. Había quedado libre en el Cádiz, y el equipo amarillo buscó en él, un poco lo que no pudo encontrar el año antes con el regreso del Mami Quevedo. Experiencia, contundencia, altura, competitividad y, sobre todo, oficio, mucho oficio para la medular. Han pasado tres años largos de entonces y Fleurquin sumará el domingo 100 partidos como jugador amarillo en liga. A nuestra sección «Dicen que el amarillo» traemos información al respecto que publica FJ Jiménez en El Diario de Cádiz. Las fotos son de archivo de www.cadistasfinos.com.Fleurquin: «Nunca pensé que llegaría a tantos partidos» Francisco José Jiménez / CÁDIZ

xerez_cadiz_18.JPG Quizás el más importante de todos. Con el del domingo ya suma 100Foto: Archivo-cadistasfinos.com

Se ha convertido en un clásico después de tres temporadas y lo que se lleva disputado de la actual. Puede ser discutido por algunos, pero se puede asegurar que el rendimiento de Fleurquin desde que viste de amarillo ha sido positivo. Su juego quizá no enamore al que sólo está pendiente de la floritura, pero reúne todo el oficio que busca un entrenador y aporta equilibrio táctico, algo que es muy valorado por los técnicos y que quizá es desconocido por aquellos que se amparan en la quimera del buen juego, ese objetivo romántico que ya casi no tiene lugar en el fútbol moderno.

Mañana, si finalmente es alineado como titular, cumplirá su partido número 100 con el Cádiz en Liga. Su trayectoria destaca por la regularidad, ya que disputó 28 partidos en la campaña 2004-05, 30 en la temporada de Primera, 31 el año pasado y ahora lleva 10. Un total de 99 partidos, en los que ha anotado 6 goles. En líneas generales está muy satisfecho con su paso por el club cadista. Nunca pensó que iba a tener una etapa tan prolífica.

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 Celebrando el Ascenso. El V del Cádiz.

«Si al llegar me hubieran dicho que iba a jugar 30 años por temporada, no me lo habría creído. Es algo complicado porque dependes mucho del estado de forma, de las lesiones, de los entrenadores… Realmente no me puedo quejar». Y eso que poco tiempo antes de fichar por el Cádiz estaba disputando partidos de la Liga de Campeones… «Sí, había jugado en Europa con el Galatasaray, por ejemplo, pero el fútbol no tiene memoria, como decía Espárrago. Con el carnet sólo juegas algunos partidos, después te los tienes que ganar en cada entrenamiento. Si he podido jugar este número de partidos aquí ha sido por mi constancia. Es lo único que te da algo de regularidad», afirma convencido.

Ha tenido que convivir casi todo el tiempo desde que está en el Cádiz con ese interminable debate sobre si los medios centros deben ser defensivos, si hay que jugar con un pivote creativo… El uruguayo se ha mostrado impermeable y respetuoso, igual que ha tenido que asumir con profesionalidad las veces en las que ha sido suplente: «Los jugadores debemos abstraernos de todo lo que se dice. Hay debates en todas las posiciones, pero en la nuestra suele haber más alboroto. A mí no es algo que me afecte porque me limito a trabajar y a esperar la decisión del entrenador. A veces me toca jugar y, otras, esperar en la banda. Cuando uno está en un equipo de Segunda quiere decir, salvo excepciones, que no es un fenómeno. Por eso, si no soy un fenómeno, no pasa nada si voy al banquillo. Hay que seguir con humildad porque de nada sirve pensar en los objetivos personales. Esto es un colectivo».

xerez_cadiz_17.JPGCuenta la leyenda que es uno de los jugadores que mejor rinde en los derbis y se le recuerda especialmente por el partidazo jugado en Chapín cierta tarde del mes de junio de 2005. Fleurquin quita hierro al asunto: «Yo creo que en eso hay mucha leyenda, la verdad. Si acaso, se puede decir que aquel día todos jugamos bien. Lo bueno de aquella tarde es que ascendimos. Si nos llegan a decir al principio de la Liga que íbamos a subir en Jerez en la última jornada… pero así fue. Si no llegamos a ganar, aún cargaríamos con ese trauma».

Ahora el objetivo es salir de la zona baja como sea. En Gijón decía que con arbitrajes como el de aquel día, habría que pelear por no bajar. Ahora le da un giro de tuerca más… «Lo dije después del partido, pero hay que estar tranquilos. Sabemos que somos los futbolistas los responsables de la situación actual y no podemos pensar en otra cosa que en ganar partidos, sin volvernos locos con objetivos. Hay un dicho que dice que si te quemas con leche, después ves la vaca y lloras. No podemos quemarnos más».

Sobre su futuro, todo está en el aire: «Mientras me sienta útil y en el club me quieran, estaré encantado de seguir. Fuera de Uruguay nunca me he sentido más gusto que aquí y estoy muy encariñado con el club y la ciudad, pero nunca se sabe lo que puede pasar. No sé ni lo que voy a cenar».

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