En busca del tiempo perdido
José Joaquín León Morgado, Director del Grupo Joly, además de Director del Diario de Cádiz es el autor de la columna de opinión que se asoma al «Dicen que el amarillo». Una de sus últimas frases recoge la preocupación generalizada del cadismo: «recuperar el tiempo es más difícil cuanto más se pierde». Esta es la transcripción completa que puede leerse en la edición impresa del Diario de Cádiz del domingo 1 de octubre de 2006. .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-
En busca del tiempo perdido DOS años después, un entrenador del Cádiz volvió a ser expulsado. Pero ese detalle no deja de ser una anécdota frente a lo que vimos ayer. Dos años después, se han cargado el trabajo de Víctor Espárrago, que se tradujo en un ascenso y un descenso sin hacer el ridículo con muchos de los futbolistas que ayer parecían unos paquetes. Porque lo peor de este Cádiz no es que haya perdido tres partidos de Liga seguidos, sino la sensación de descontrol que presenta sobre el terreno de juego. Incluso en Primera, cuando se perdía, era con sensación de dignidad, con seriedad, luchando y sin hacer el ridículo, pese a ciertas ingenuidades. Ganó el Castellón como hubiera ganado cualquier equipo de Segunda que hubiera venido, porque este Cádiz no jugaba tan mal desde los tiempos de Pepe Escalante en Segunda B. Es cierto que Oli sólo ha tenido suerte en el Trofeo Carranza, donde un gol de Enrique en el minuto 93 y una segunda parte memorable de Lobos en la final taparon los errores previos y tejieron una cortina de humo sobre este Cádiz. Es cierto que las que las lesiones de Lucas Lobos y Acuña, el mejor y el más prometedor futbolista de esta plantilla, condicionan mucho. Pero no olvidemos que Acuña tampoco jugó la temporada pasada y que Lobos llegó para la segunda vuelta. El resto del equipo es prácticamente el mismo que ayer hizo el ridículo, menos De Paula, cuya titularidad parece más inexplicable a cada partido, y menos Velázquez, que estaba suplente de Marc Bertrán en el Lorca.Puede que algún ejecutivo, de los que creen mucho en la eficiencia y el ahorro de costes, suponga que es más listo que los demás y que ciertos valores como la experiencia, que hay que pagarlos, son prescindibles, y así me lo ahorro y me cuelgo la medalla delante del gran jefe. Esto casi siempre sale mal. A Oli había que darle apoyo y el beneficio de la duda, porque no se sabía cómo era en el banquillo: si bueno, si malo, o si todo lo contrario. Con los partidos, se ha comportado como un entrenador en prácticas y ahora el Cádiz no tiene titulares ni suplentes, ni sabe a lo que juega. Oli era y es un santo y seña del cadismo, pero esto le habrá llegado demasiado pronto.En busca del tiempo perdido es una saga de novelas de Marcel Proust que no habrán leído ciertas eminencias locales. Le copio el título para recordarles que recuperar el tiempo es más difícil cuanto más se pierde.Lobos vuelve pronto, que hay que llegar a los 49 puntos para salvarnos del descenso.
