El espíritu perdido de Chapín

Como es habitual cada día después del partido en casa, reproducimos para nuestros lectores columna de opinión que José Joaquín León, Director del Grupo Joly, además de Director del Diario de Cádiz publica en el rotativo de la capital. En esta ocasión se acuerda del partido que terminó con el quinto ascenso amarillo a Primera. xerez_cadiz_32.jpg.-.-.-.- .-.-.-.-.

diariocadiz_jjleon.jpgAQUELLA tarde de junio de 2005 en Chapín, el Cádiz no sólo ganó un ascenso a Primera en el estadio del máximo rival provincial, sino que consiguió mucha credibilidad para hacer un proyecto de equipo grande. Dos años después, el Xerez volvió a ganar en Carranza, como la temporada del ascenso, que tuvo un final tan distinto. La derrota de ayer dejó un sabor amargo para el Cádiz, sobre todo por la forma de producirse: ganó el Xerez porque puso más interés, simplemente por eso, desde el primer minuto hasta el último.Al Cádiz, el equipo de las estrategias a balón parado, le marcó Geijo un gol al rematar solo un córner en la primera jugada del partido. Y lo apuntilló Castaño, en la segunda parte, mientras Armando hacía la estatua. Al Xerez le bastaron esas dos jugadas para ganar sin agobios a un Cádiz que se autocontrolaba. Sólo se redujeron las distancias al final con un golazo de Vella desde larga distancia. Y no fue por casualidad: Vella, que según algunos es peor que Velázquez (¡!), creó personalmente tres jugadas de gol en este partido, mientras que el delantero centro De Paula, en una hora, no tuvo ninguna, y Acuña, su sustituto, en media hora, tampoco.El Cádiz, fuera de casa, está entre los mejores, pero con su temporada en Carranza se encontraría en zona de descenso. Se ha comprobado que algunos jugadores que dan buen resultado fuera hacen el ridículo en Carranza una vez tras otra, pero aún así el entrenador Jose González se empeña en alinearlos una vez sí y otra también, con el resultado de que no se le gana a nadie. Como juega un equipo titular que no sirve, a la hora de partido ya había agotado los tres cambios. Historia que se repite en Carranza.Culpar de la mala temporada en casa a las dimensiones del campo es una tontería tan grande quecuesta trabajo entender que haya quien se lo cree. Las dimensiones son iguales para todos. Y si un jugador rival remata un córner sin marcaje o nuestro portero hace la estatua no creo que sea por las medidas. Si no se da un pase en condiciones, si los centrocampistas rifan el balón, silos delanteros centros son incapaces de marcar goles, no creo que sea por las dimensiones.Y para colmo se ha perdido el espíritu de Chapín, que fue ir a por todas. Viendo el partido de ayer se recordaba con nostalgia aquella tarde. Fue un gran error lo que hicieron con Oli, no sólo por su inexperiencia para el banquillo, sino porque todos los delanteros centros actuales del aportan menos de lo que haría el asturiano como futbolista. Y no porque estuviera en plena forma sino porque al menos luchaba, tiraba del carro, como diría Jose cuando canta las verdades antes de arrepentirse y pedir perdón por lo evidente.Este Cádiz necesita ordena a la hora de hacer limpieza equivocarse otra vez. Lo primero es que venga un entrenador con experiencia, de un perfil distinto al que se dice, para ser la piedra angular de un nuevo proyecto. Hay que recuperar el espíritu de aquella tarde en Chapín, que tanto contrasta con lo que ayer vimos en Carranza.

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