Raul López calentó la tarde

album_cad_rac_02.jpgEl cadismo ha vivido tantas veces la misma historia en lo que llevamos de temporada que cuando Daudén Ibáñez señaló penalti los partidos de Mallorca, Zaragoza o Valencia revolotearon la mente de muchos cadistas. Lo que jamás imaginó ninguno en aquel momento fue que sería nuestro querido Raul López el que devolviera el punto y ahuyentara los fantasmas que comenzaban a pulular por las gradas del Carranza.

 

Porque el partido fue malo y la gente se dio cuenta. Racing y Cádiz dieron un recital de imprecisiones, de golpes, de entradas a destiempo. Cádiz y Racing pusieron sobre el terreno de juego sus muchas carencias y muy pocas virtudes. Un partido en el que de los 29 participantes sólo cinco o seis están a un nivel aceptable poco puede ofrecer de positivo para el espectador.

 

Y eso que el Cádiz no salió del todo mal. Embaucado en el espíritu del Bernabeu y comandado por la voluntad de un Benjamín batallador y solvente, aunque siempre impreciso en el último momento, el Cádiz fue el primero que tomó la manija. Sin embargo, como fue la tónica del encuentro, las ocasiones brillaban por su ausencia. De hecho, las únicas cosquillas que el Cádiz logró hacerle a Dudu Aouate las provocó el propio Benji en un disparo desde la frontal que salió desviado por muy poco.

 

album_cad_rac_01.jpgEl Racing, dirigido por un solvente centro del campo y gracias a los fabulosos controles de su reciente fichaje, el chileno Pinilla, fue, poco a poco, adueñándose del terreno del juego. Aún así, tampoco inquietaba a Armando, excepto en una jugada embarullada que remató Damiá de cabeza. Por cierto, una de las pocas cosas salvables del partido fue el apasionante duelo que el exterior catalán mantuvo durante los noventa minutos con Raul López. Un duelo entre dos de los seis que estuvieron a buen nivel.

 

El Cádiz no se sentía demasiado inquietado por las incursiones cántabras aunque tampoco era capaz de crear peligro. Sólo un disparo de Estoyanoff de falta directa y una jugada en la que Sesma malogró una ocasión fantástica por un penoso control fueron el bagaje ofensivo del Cádiz en más de 30 minutos.

 

Sesma merece una página aparte en el análisis del encuentro y prácticamente del conjunto de la competición del Cádiz. Está en un nivel bajísimo y si no fuera por los que nos acordamos de lo que ha aportado en las dos últimas temporadas, pocas opciones tendría el canario de recuperar el placet de la hinchada cadista. No se trata de algo coyuntural, sino que lleva toda la temporada perdido, sin aportar nada, sin encarar, sin desbordar, inseguro, intrascendente… En el extremo opuesto se encuentra Bezares que se asienta en el mediocentro partido a partido y que en la primera parte fue el principal muro de contención de un Cádiz serio pero impreciso.

 

album_cad_rac_03.jpgEn la segunda mitad el partido continuó por la misma senda del aburrimiento. Un difícil remate de Nenad que salió muy desviado precedió al polémico cambio que envió a la ducha a Bezares y propició el ingreso en el terreno de juego de Fleurquin. No seré yo el que censure una decisión de un cuerpo técnico que demasiados cestos ha hecho con los mimbres que tiene, pero me parece que Fleurquin transita por su peor momento de la temporada. Está descentrado, fuera de sitio, más camorrista que nunca. En pocos minutos se ganó la tarjeta y se pudo ir expulsado de no contar con la benevolencia de otro de los que participó en el mal partido, el árbitro Daudén Ibáñez.

 

Daudén, con la inestimable colaboración de la alocada salida de Armando, señaló penalti en una jugada más que dudosa y cambió el curso de un partido en el que nadie era capaz de hacer méritos para marcar. El penalti lo transformó Luis Felipe Melo que hasta aquel momento había estado más preocupado por derribar a jugadores amarillos que por demostrar las condiciones que se le suponen.

 

La historia nos era tan familiar que no podíamos creérnosla otra vez. Olía a nueva derrota y olía a quiebro en el camino ascendente que habían dibujado los amarillos durante el 2006. Sin embargo, el Cádiz decidió apelar a la casta. Y de casta pocos tienen más que nuestro Raul López que aprovechó para llenar el vacío que dejaba Sesma en la banda izquierda, recoger un pase de cabeza de Benjamín y hacer el empate con un disparo cruzado. El jerezano lo celebró como pocas veces he visto celebrar un gol en Carranza y el graderío supo agradecerle el gesto.

 

Además de la casta el otro elemento que cambió la faz cadista fue Lucas Lobos. El argentino comienza a demostrar el porqué de su fichaje con regates de ensueño y quiebros inexplicables. Aún se pierde en ese excesivo gambetear típico de los jugadores que derrochan técnica pero, frente al ejemplo de Estoyanoff, es mucho más decisivo y desequilibrante. De él partió todo el peligro que el Cádiz creó en los últimos minutos, que tampoco es que fuera mucho, más por imprecisión que por falta de ganas. El Racing por su parte, prefirió guardar la ropa antes que comenzar a nadar y dejó pasar el tiempo buscando asegurar un empate que era más que válido para los méritos que había puesto en el campo.

 

El Racing no demostró nada en Carranza pero salió vivo porque el Cádiz no tuvo una tarde inspirada en la zona atacante. Probablemente, fue el partido en que menos ocasiones creó y por eso tuvo que ser Raúl López el que hiciera el primer gol que muchos le recordamos en el Carranza.

Fotos: Jorge Zapata/EFE

Autor:Ccapital

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