“Pesadilla en el Heliodoro»

El Tenerife, que fue de menos a más, pasó por encima de un triste Cádiz CF.Mal, muy mal, horrorosamente mal. Esta es la única lectura que se puede sacar de un encuentro aciago para los intereses cadistas. Sin embargo, todo parecía indicar, tras los primeros instantes, que el partido iba a ser totalmente distinto.El Cádiz salió muy animoso, centrado, presionando y muy aplicado en todas sus líneas. Era el Cádiz de las grandes citas. De hecho, solo pasaban 4 minutos y Enrique dispuso de una clara oportunidad al rematar en posición complicada un excelente centro de Sesma. Más tarde, Oli se entretuvo en el pico del aérea, y Manolo Pérez en varias ocasiones tuvo nuevamente la oportunidad de demostrar su eficiencia a balón parado. Nadie podía imaginarse que tan precioso inicio iba a convertirse en una autentica guillotina de cuchilla mortal que iba a cortar de tajo las ilusiones de sacar algo positivo de tierras insulares.

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Manolo P. en el tono gris de todo el equipoFoto: cadistasfinos.com
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Enrique, tuvo la única ocasión de golFoto: cadistasfinos.com

Lo peor de todo fue que la “metamorfosis” del partido se produjo en apenas 4 minutos, sin tiempo para creerlo, sin aliento para “tragarlo” y sin posibilidades para asimilarlo. Se pasó de tenerlo todo claramente controlado, a ser diametralmente desbordados y tener la buchaca con un profundo agujero por donde se cayeron los puntos a lo más profundo de alcantarilla del pesimismo.

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Gavilán, su par, autor de los dos goles canariosFoto: cadistasfinos.com

¿Y que pasó en ese efímero y nefasto “viaje” de la gloria al fracaso? Pues simplemente fútbol. Es decir, un contraataque cuando se buscaba el gol y un trallazo desde fuera del aérea. Así de fácil, así de cruel, así de simple.Hasta ese instante, ni un pero a los cadistas….son accidentes del fútbol…quedaba toda una segunda parte para rehacer lo deshecho…pero la reanudación solo trajo el inicio de un autentico infierno. Infierno, que paradójicamente, vino de la mano de un congelamiento austral en el marcador. Cosas que tiene este bello deporte.Del segundo y definitivo acto de esta tragedia insular, que aunque no helénica, la hubiera firmado hasta el propio Sófocles, poco podemos hablar. Un Cádiz derrotado, sin poder reacción y en un estado metal realmente “perjudicado”, solo se dedico a ver como los tinerfeñistas desaprovechaban al menos siete opciones claras de gol.Afortunadamente, la debacle amarilla va a tener poca repercusión en la tabla de clasificación, ya que los pinchazos del Recre y Celta, dejan las cosas casi igual pero con un kilómetro menos que recorrer de la maratón que representa el arduo camino hacia la división de oro del fútbol español.por Roberto Rivero., socio cadistafin@

Autor:Roberto Rivero

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