El Cádiz se ahoga en el Mediterráneo

indalo.gifSi existe el manual del buen entrenador o del buen equipo, en uno de sus primeros capítulos debe analizar cómo jugarle a un rival con el agua al cuello. En ese capítulo, si es que el texto existe, su primera premisa para jugar contra un equipo que está el último y que no ha ganado ningún partido, debe ser aguantar los primeros minutos para que el contrario comience a ponerse nervioso, le surjan las dudas y se venga abajo. Todo lo posible para que no te hagan gol en el primer cuarto de hora, crean en sus posibilidades, se vengan arriba y te ganen el partido.

Está claro que nadie en el Cádiz leyó este texto antes del partido frente al Almería. Minuto 5: resbalón de Vella, internada de Crusat, pase atrás y Míchel hace el 1 a 0 para los almerienses. Cualquier posibilidad de hurgar en la herida de los rojiblancos, de buscarles la contra, de pescar en río revuelto se perdía. El Almería sacó lo mejor de su repertorio, que con tanto celo había guardado en los tres partidos anteriores, y le dio un soberano repaso al Cádiz. La envergadura de Cabrera y Alberto en el centro del campo y la movilidad de Corona, Crusat y Ortiz dejaron totalmente fuera del partido a un Cádiz inoperante. El único juego de los amarillos se limitaba a pelotazos desde la línea de centrales hacia las posiciones más adelantadas. En una de esas Enrique introdujo el balón en la portería pero el árbitro asistente había señalado fuera de juego.

cadiz_oli_tele.jpgEl peligro era almeriense y Paz tuvo que evitar que Míchel sentenciase el encuentro. Después fue Ortiz el que aprovechó un error en cadena de la defensa cadista para plantarse ante Armando, pero el guardameta vasco hizo su única parada del partido. El Cádiz daba una de las peores sensaciones que se le recuerdan, un equipo sin poder ofensivo y sin seguridad defensiva. Bezares estaba superado, Miguel García desparecido, las bandas inexistentes ante el constante juego en largo, los centrales fallones, Vella desconocido, Sergio Rodríguez (¿o habría que decir Sergio Iglesias?) nulo,

Sería nada más comenzada la segunda mitad cuando Corona aprovechase un mal despeje de Abraham Paz para hacer el dos a cero. La cosa no podía ir peor: pésima imagen y peor resultado. La espuela del resultado pareció motivar al Cádiz que agarrado en el criterio de Pavoni trató de controlar algo más el juego y tocar el balón. Para colmo el Cádiz recibió un regalo exagerado. El árbitro asistente Rodríguez Vallejo vio una agresión de Mané a Enrique pero la introdujo en el área para que Iglesias Villanueva señalase penalti. Paz lo transformó y el Cádiz, sin hacer nada de nada, se veía otra vez dentro del partido.

arbitro_iglesias_villanueva.jpgContra diez, la sensación de ineficacia del Cádiz se acrecentó. Oli tiró por la vía sudamericana y entraron en el campo Javi Acuña y Cacique Medina. Los dos cambios aportaron lo mismo que sus compañeros, con la excepción de un excepcional Raul López, el mejor amarillo del partido de largo. Cinco minutos antes del final el Almería se quedó con nueve, por la expulsión de Bruno (que había superado durante todo el partido a Jonathan Sesma) pero contra nueve las ocasiones del Cádiz tampoco llegaron. Sólo un tiro cruzado de Acuña y un remate en semifallo de Pavoni.

El Cádiz sale muy tocado de su visita a Almería. Dos partidos contra los rivales directos en los que el Cádiz no ha sido capaz de ganar y, lo peor, una apariencia en el Estadio Mediterráneo muy lejana a lo que se puede esperar de un equipo puntero de la categoría. No va a ser fácil y más aún si el Cádiz sigue dando esta sensación de equipo inmaduro, precipitado e impreciso. ¿Habrá sido un espejismo? ¿O fue un espejismo lo del Vecindario y el Tenerife?

 

Autor:JG del Valle

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