El Cádiz deja escapar dos puntos en los últimos minutos

cad_ala_01.jpg¿Cuántos puntos nos va a costar que Oli se saque el examen práctico en el banquillo del Carranza? Esta vez no hay posibilidades de derivar responsabilidades en sus futbolistas. Quizá sí algo en el árbitro, que pudo dejar sin señalar una clara falta en la acción del gol vasco… Pero no cabe duda de que es el principal responsable de que el Cádiz perdiese dos puntos en el minuto 86.El partido del mediodía es de aquellos que permiten sacar a pasear la botella. Para los optimistas, la botella medio llena: después de lo visto ante el Almería, Salamanca y Castellón, de la eliminación copera, de la ajustada victoria en Alicante y, sobre todo, de la mala imagen dada una semana sí y otra también, el Cádiz que ha jugado ante el Alavés ha mostrado algunas de las virtudes que se le presumen y ha desarrollado un juego, durante algunos minutos, muy destacado.cad_ala_03.jpgLos pesimistas, sin embargo, podrán argumentar que el Cádiz no ha conseguido los tres puntos (lo único que servía, según Oli) y que el Alavés, sin demostrar nada del otro mundo, ha conseguido encerrar al Cádiz durante casi un cuarto de hora y, al final, ha logrado el empate.Oli arrancó con los mismos que ganaron en Alicante, con la obligatoria sustitución de Fleurquin por Bezares. Con eso, el Cádiz salió muy bien plantado en el terreno de juego, tocando el balón con criterio entre Miguel y Sergio Rodríguez y percutiendo por la banda izquierda con las galopadas. Con eso, y la sólida aportación de los dos centrales, el Cádiz ha dominado los primeros minutos.cad_ala_02.jpgMucho se ha hablado estos días de que lo importante en Segunda División es adelantarse en el marcador. El Cádiz hoy lo ha conseguido en el minuto 20 en una perfecta jugada por la banda derecha entre Sesma y César que, tras controlar Nano ha acabado rematando a gol el alavesista Coromina.El gol obligó a venirse arriba al Alavés y el Cádiz supo defender con orden. El jugador más peligroso del Alavés, el nigeriano Ogbeche, era controlado por arriba por De Quintana y en velocidad por Abraham Paz. Las ayudas de César y Raul López y el trabajo en el centro del campo de Miguel y Bezares garantizaban una solidez defensiva, desconocida hasta hoy en Carranza.En la segunda parte más de lo mismo. El Alavés tenía la pelota y la defensa del Cádiz se bastaba para evitar el peligro en la portería de Armando. Sólo Mateo, a la salida de un córner, puso en riesgo la meta amarilla rematando el balón al larguero. El ataque del Cádiz, por su parte, se concentraba en el trabajo de Sesma por la derecha que superaba una y otra vez a Brandan. Sin embargo, el Cádiz se iba desinflando por momentos. Ni siquiera la salida de Acuña aportó el oxígeno que necesitaba el centro del campo amarillo.cad_ala_04.jpgNano, Sesma y Sergio Rodríguez estaban en la reserva y el Cádiz no tenía ninguna salida. Entonces Oli quiso volver a poner sobre la mesa su condición de entrenador y, en lugar de cambiar a un jugador por otro, hizo un cambio que obligó a mover tres futbolistas cuatro minutos antes del final. Sacó a Velázquez por Sergio con lo que el pitbull ocupó el lateral derecho, César pasó al centro del campo y Bezares a la media punta. ¿A que parece una locura faltando cinco minutos para el final? Pues eso se le ocurrió a Oli, en lugar de cambiar hombre por hombre y seguir defendiendo el resultado favorable.El cambio sumió al Cádiz en un desorden y desesperación que recordó lo visto semanas anteriores en Salamanca o ante el Castellón. Curiosamente, siempre con Velázquez sobre el campo. En una de éstas, un balón cruzado desde la derecha, una falta sobre César no señalada por el árbitro y el esférico que cae en los pies de Astudillo que la pone imposible para Armando. Empate y gracias. Porque el caos en el que vivió el Cádiz los últimos minutos a punto estuvo de costar los tres puntos. En el descuento De Quintana se ganó la tarjeta roja evitando la internada de Gabri que se plantaba sólo ante Armando.Un punto para seguir reaccionando y para aprender. Basta con que Oli aplique las dos últimas lecciones en su curso acelerado de práctica en un banquillo: la del Real Murcia (no volverse loco por un empate en casa) y la del Alavés (cuando las cosas van bien, tocar lo mínimo posible).

Autor:JG del Valle

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