Domingo de Resurrección

lovamosaconseguir.jpgMucho se ha escrito sobre las fórmulas mágicas para que un equipo defenestrado logre, en el último momento, la salvación. Para ello, sin duda hay que mostrar solidez defensiva, no dudar en los malos momentos, aprovechar las facilidades del contrario y rezar. En Zaragoza, el Cádiz no ha conjugado excesivamente bien las tres primeras, pero el verbo rezar lo ha desarrollado en todas sus acepciones. Y eso que en los últimos minutos el sufrimiento ha sido más testimonial que real. No obstante, en la primera mitad el Zaragoza ha conmutado la pena del descenso a los amarillos cambiándola por la esperanza de la salvación.

 

El Cádiz salió a aprovechar las pocas facilidades que el Zaragoza sabe dar. Colocó la línea de presión entre los centrales y los mediocentros maños y logró cortocircuitar por unos minutos la fluidez del juego zaragocista. Así, el Cádiz tuvo dos magníficas oportunidades, primero en las botas de Enrique y después en la cabeza de Fleurquin. Parecía que el partido estaba bien planteado pero aparecieron Savio y Limia. El primero disparando desde la frontal y el segundo lanzándose de forma extraña sin evitar que el balón entrara. No se puede culpabilizar a Limia del gol encajado, pero el argentino no está haciendo olvidar a Armando sino que, en la mayor parte de los partidos, siembra las dudas entre su propia defensa y, por supuesto, en la grada. zar_cad_sesma.jpgSi antes decíamos que la  solidez defensiva era necesaria para el milagro de la salvación, con Limia este Cádiz no gana seguridad sino que la pierde.

 

El gol dejó prácticamente grogui al Cádiz al que no se le veía capacidad de reacción. La puntilla estuvo a punto de llegar, primero con un remate de Diego Milito a puerta vacía que envió fuera inexplicablemente y después con una vaselina de Ewerton que se aprovechó de la lentitud de De Quintana. Sólo una internada de Enrique puso en aprietos a César pero el 2 a 0 estaba mucho más cerca que el empate.

 

Que el fútbol tiene sorpresas que nadie espera se volvió a poner de manifiesto en La Romareda. Cuando muchos veían el abismo más cerca que nunca apareció Lucas Lobos para controlar un balón perdido, superar a Álvaro, caracolear en el área y buscar el derribo que efectivamente se produjo. Pérez Lima señaló el punto de penalti y Lobos puso el empate en el marcador.

 

Si al primer gol del Cádiz cabría ubicarlo en la categoría de goles psicológicos, del segundo no cabe decir menos. Recién salidos del vestuario, Lobos sacó su chistera para inventarse dos quiebros y centrar un balón que Pavoni convirtió en el 1 a 2. Completaba así Lucas Lobos su partido más productivo desde que viste la camiseta amarilla. Continúa perdiéndose en regates inútiles que no buscan la verticalidad de la portería, pero semana tras semana parece más centrado en lo que debe ser su rendimiento dentro del campo para ayudar al equipo. No cabe duda de que el trabajo de orientación del cuerpo técnico para la adaptación del mediapunta argentino al fútbol europeo comienza a dar sus frutos.

 

Con cuarenta minutos por delante y el marcador a favor, sólo quedaba sufrir y resistir. En toda la segunda vuelta el Cádiz no había ganado fuera y la resistencia más que gaditana debía ser numantina. Para conjurar el peligro Espárrago había apostado por situar a tres centrales, primero retrasando a Fleurquin y posteriormente sacando al campo a Berizzo. Así, los amarillos demostraron cierto progreso en su capacidad de enfriar los partidos y se aprovecharon del cansancio de un Zaragoza que no dio señales de vida hasta que el partido agonizaba, en pleno descuento con un tirazo de Generelo que Limia despejó con ciertos aprietos.

 

El pitido final puso al Cádiz a tres puntos de la ansiada salvación que ahora parece algo más posible que hace una semana pero que requiere, obligatoriamente, un buen resultado ante el Deportivo de Caparrós. Ese es el próximo objetivo y si no se logra en La Romareda no se habrá hecho nada.

equipo_inicial_web.jpg Agradecimiento por las fotos a WWW.ZARAGOCISTAS.COM, portal maño con el que hemos colaborado y que gentilmente nos han cedido un buen reportaje de fotos para nuestra Revista.

Autor:Ccapital

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