Añorando tiempos pasados.

Recuerdo que hace dos años, pegado a la radio unos buenos amigos me mandaban un mensaje al móvil desde Salamanca a los nueve minutos de comenzado el encuentro. Entonces, ya ganaba el Cádiz 0 a 2. Hoy el resultado ha sido el mismo que en ese minuto nueve de hace dos años, pero al revés. El Cádiz se ha visto superado por un Salamanca que no es el Murcia, ni siquiera el Almería.Pero, esto es lo que hay. El espejismo fue el día del Vecindario ante un equipo débil y con un jugador superior como Lucas Lobos. A partir de ahí el Cádiz se está viniendo abajo, día a día, partido a partido, perdido entre cambios de alineación, cambios de sistema, cambios de prioridades y una escasez absoluta de ideas.En la pizarra de Oli, la solución para el Helmántico era… el pundonor de Velázquez. Con eso, Fleurquin y Bezares en el doble pivote, Enrique y Sesma en las bandas y De Paula sólo arriba, el Cádiz pretendía traerse los tres puntos de Salamanca. La intención sólo le duró unos cinco minutos, el tiempo que tardó Ze’Tó en hacerse con el centro del ataque charro y servir balones a Quique Martín y Jorge Pina. En el primer acercamiento de los salmantinistas Armando tuvo que hacer su primer paradón en una cara a cara frente a Braulio que fue el más rápido en llegar a un rechace del propio Armando.Raul López podía mal que bien con el veterano Martín, pero por la banda contraria no ocurría lo mismo. En una de esas Pina le cogió la espalda a “la solución”, puso un centro excelente que Braulio remató y pese a la intervención de Armando el balón besó las mallas de la portería cadista.El Cádiz ni supo ni pudo sobreponerse al gol. Los organizadores del juego amarillo eran De Quintana y Paz. Enrique y Sesma mostraban su peor versión. Sergio -¿Iglesias?- demostraba por qué bajó el año pasado el Lleida. De Paula estaba más pendiente de tirarse que de jugar… El Cádiz no tenía cabeza ni sentido, orden ni concierto…Quien piense que este Cádiz va a reaccionar gracias a su entrenador está muy equivocado. El descanso sirvió para que los jugadores descansaran, pero poco más. En la reanudación más de lo mismo, pero en su peor versión. En la primera jugada “la solución” fue donde no debía en una balón sin más trascendencia que perder la posición, hecho que aprovechó Braulio quien cuerpeó a Paz encaró a De Quintana e hizo el segundo.A partir de aquí el Salamanca jugó como el gato con el ratón con un Cádiz impotente y triste. Oli apostó por Medina pero el “Cacique” en Cádiz no pasa de garrafón y acumula jornadas, semanas, meses sin marcar mostrando todas las carencias de un delantero muy mediocre. Es cierto que no sería bueno cargar las tintas sobre el uruguayo. Tampoco De Paula aportó nada, ni Sesma, ni el músico que en diciembre no tenía equipo. Todo era una ficción absurda, un quiero y no puedo del peor Cádiz de los últimos tiempos.Los minutos que quedaban permitieron, al menos, que Armando se mostrase como el mejor jugador amarillo sobre el césped de El Helmántico salvando al Cádiz de una goleada más abultada. Mientras, sus diez compañeros pusieron sobre el campo toda su impotencia dando varias de esas patadas de frustración que tan mal sientan a los seguidores propios.Por mucho que digan los dos periodistas que consiguieron imponer su criterio para no renovar a Espárrago, a este Cádiz no le basta el pundonor de Velázquez. Es más, le sobra. Le sobran ansiedad, prisas, impaciencia y le falta saber a qué juega, tener claro un proyecto, una idea,… Porque si lo que ha venido a aportar Oli al banquillo amarillo es lo que estamos viendo, está claro quién sobra.Fotos: La Voz de Cádiz.

Autor:JG del Valle