Al Cádiz se le atraganta la cola

Quizá el Salamanca se salve, quizá no. Pero de lo que no cabe duda es de que entrenadores con planteamientos rácanos como Goicoechea hoy nunca triunfarán en ningún equipo porque los espectadores cuando los espectadores van a un estadio esperan ver espectáculo y diez jugadores colgados del larguero dan muy poco espectáculo.Todos sabíamos a lo que iba a jugar el Salamanca; los espectadores, los periodistas, Espárrago, Luis Soler, los jugadores e, incluso, Dani Navarrete, pero ni por esa los once amarillos fueron capaces de franquear la muralla salmantina.

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JB y cia. ¡Presentes!

El Cádiz salió enchufado al partido y la superioridad amarilla se olía en las gradas. La esperanza de que Nenad marcara parecía tomar cuerpo. De hecho, la mejor oportunidad del Cádiz fue suya, pero el disparo del “calvo” salió desviado por poco.

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Dos generaciones. El amarillo los une.

Sin embargo, la actitud de Dani Navarrete cortocircuitó el enchufe amarillo. Lo de Dani no tiene nombre. Vale que le silbaran desde los primeros cinco minutos, vale que Espárrago, furioso, le exigiese más entrega, vale que todos sus compañeros le echaran la culpa de la inoperancia del Cádiz. Pero su actitud, sin entrar a discutir si la lesión fue real o inventada, dice muy poco de su profesionalidad.Pero dejemos a un lado los caprichos y hablemos de fútbol porque no fueron las niñerías de Navarrete la única causa del resultado final. A partir de la media hora de juego ambos equipos se abandonaron al juego fácil y Armando y Tom fueron meros espectadores. El Cádiz se fue al vestuario dejando en los aficionados una amarga sensación.

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Varela. No tuvo su mejor tarde.
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Dani. Lesionado. No acabó el primer periodo

La segunda parte despertó como acabó la primera. El Salamanca continuaba con su conservador planteamiento y al Cádiz no le surgían ideas. La grada pedía a coro a Manolo Pérez para que encendiera la bombilla cadista y Espárrago complació a la multitud. Pero, ni por esas.La entrada de Manolo Pérez hizo que el Cádiz comenzara a desbordar al Salamanca. Jugadores como Sesma, desaparecido hasta entonces, Manolo Pérez, con las pilas cargadas, e incluso De Gomar pusieron en aprietos en más de una ocasión a Tom y sembraron de uys las gradas amarillas. Destacable fue un remate en propia puerta de Mario que a punto estuvo de sorprender a su portero y dos jugadones de Jonathan Sesma que, por desgracia, no logró concretar en gol.

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De Gomar. De más a menos.

Cuando mejor jugaba el Cádiz, el bajón físico de Pavoni propició su cambio por Bezares lo que sentenció el partido. No porque Bezares lo hiciera mal, sino porque al adelantar su posición Manolo Pérez perdió influencia y cuando Nenad recibía el balón no encontraba apoyos. El partido se iba desinflando y aunque el empate era insuficiente ser el segundo equipo en llegar a los 60 puntos no deja de ser algo positivo para los cadistas.Los empates de Málaga y el de hoy contra el Salamanca, han acercado a nuestros perseguidores, pero alcanzarán su auténtico valor la próxima semana, especialmente si el Cádiz es capaz de traerse los tres puntos de Ejido. Dentro de siete días, cuando el Alavés haya jugado contra el Eibar y queden sólo ocho partidos, volveremos a mirar la clasificación.por 196, soci@ cadistafin@

Autor:MartaP

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