Una afición señorial

El Cádiz volvió a estar acompañado en Mestalla y el valencianismo demostró el respeto que nuestro equipo merece.

Muchas alegrías nos está deparando el caminar del Cádiz por la primera división. Aunque los resultados de la clasificación no sean precisamente como para celebrarlos, días como el del partido contra el Valencia nos hacen sentirnos de nuevo orgullosos de ser cadistas.

Mestalla era una fiesta. Los que tuvimos la suerte de estar en Valencia pudimos disfrutar de un día soleado y unas calles, como de costumbre en los desplazamientos del Cádiz, llenas de camisetas amarillas. Pero sin duda lo mejor de la tarde llegó a partir de las cinco de la tarde. No se puede explicar la sensación que se siente cuando los equipos saltan al campo y el estadio empieza a rugir. Muchos pueden pensar que Mestalla no es uno de los estadios más bonitos de España, pero su interior es impresionante.

Pero en la tarde no todo fue una alegría. Por un lado el desarrollo del partido no es para enmarcarlo como uno de los mejores en la historia del cadismo y por otro lado se escucharon ciertos cánticos que no alegraban mucho los oídos de los más de 200 seguidores cadistas que ayer nos reunimos en Mestalla. Tras más de 10 minutos de silbidos iniciales al equipo blanco, casi al final del partido cierto sector de los seguidores del valencia empezó a corear cánticos como esto si que es una chirigota, puta Cádiz, A segunda, entre otros. Pero ser una de las mejores aficiones de primera división es algo que valora toda España, y Mestalla no defraudó. Tras estos cánticos todo el estadio se rebeló contra este sector mandándoles callar y gritando fuera, fuera. Un gesto valiente y digno de admiración.

Creo que no soy la única que está orgullosa de ser cadista. Puede que seamos el peor equipo de primera división. Puede que descendamos. Puede que no tengamos la calidad exigida en esta categoría. Pero días como ayer hacen que nos demos cuenta del respeto que nos tienen en España.

Gracias Mestalla. Gracias Cádiz.

Autor:Cientonoventayseis