Sentimiento y Rendimiento


portada_marca.jpg
No tiene nada que ver con el sufrimiento, y tampoco es un problema de sentimiento. Si lo es de rendimiento.Ni antes eran tan buenos ni ahora son tan malos.foto_salamanca.jpgSiete hombres de aquel once de noviembredel 2004 siguen en el Cádiz de junio 2007

Cuando el Cádiz cesó a Oliverio Álvarez, fueron mayoría (me incluyo) los que pensaron que era una decisión acertada. No todos, pero si un buen número de los miles de aficionados que siguen al Cádiz sabían que, pese a dolorosa, no cabían sentimentalismos si el equipo quería engancharse a la lucha por el ascenso. Todo lo contrario, muy pocos (no me incluyo), no pensaban que los resultados podían llegar con una dirección más atinada desde el banquillo. Por lo pronto era vital recuperar la solidez defensiva, especialmente quebradiza en acciones a balón parado.Ni antes, ni ahora, estaba de acuerdo con poner en la picota a los jugadores. Para mí, lo tengo claro, es un problema de rendimiento. Ponga usted en el mercado a jugadores como De Paula, Sesma, Pavoni, Lobos, Bezares, Buades y verán como acaban en equipos que quieren subir. A veces olvidamos que los futbolistas son personas y que al igual que el aficionado no acude con las mismas ganas y motivación para jugar contra el Ciudad de Murcia, ellos, sin que por ello tengamos que dudar de su profesionalidad, hacen lo propio. ¿Acaso somos menos cadistas porque nos duela menos la derrota ante el Albacete o el Xerez que la sufrida en la Nueva Condomina? Sin el dato en la mano, puedo aventurarme a decir que pocos clubes (seguramente ninguno) mantienen en su plantilla cinco o seis futbolistas en las últimas cinco temporadas. La renovación del plantel ha sido a contramano de lo habitual, a pesar de jugar en tres divisiones, y de los dos ascensos y del descenso. Esta es una política que genera ventajas (económicas y deportivas) pero también sus riesgos (económicos y deportivos). En fútbol no quedan patentes por registrar y está todo inventado. Lo fácil (también lo más cómodo) en estos casos es poner en el paredón a los jugadores, por otro lado, los mismos que fueron elevados a la categoría de héroes hace dos telediarios copando portadas de periódicos… Calificativos como mercenarios no los veo no ya sólo ecuánimes, sino tampoco equilibrados ni razonables. Repartamos la culpa, siempre con la premisa de que el aficionado, y más el cadista en nuestro caso, es el que más sufre y padece. Eso sí, tengo claro que los futbolistas del Cádiz son de la misma especie que la del resto. Y lo son ahora, y lo han sido siempre. No sólo en el Cádiz los futbolistas trabajan exclusivamente por dinero presente o futuro. ¿O es que los futbolistas del Almería o del Valladolid son menos mercenarios y sienten más los colores que los nuestros? No tiene nada que ver con el sufrimiento, y tampoco es un problema de sentimiento. Si lo es de rendimiento. Es la clave.

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