Matías Pavoni: Igual que hace 2 ligas

   Matías metió el primero del retorno.

Es su cuarta temporada entre nosotros. Sin padrinos. Con una mano delante y la otra atrás, llegaba Matías Pavoni a Cádiz, ahora hace tres veranos. Pronto todos nos lamentábamos de su suerte, cuando una inoportuna lesión (creo recordar algo de rodilla), le hizo perderse la pretemporada. Antes, eso sí, tuve el tino de verle marcar su primer gol como cadista. Fue en Conil en uno de los primeros partidos de aquel verano.  No participó por tanto en el Trofeo del Puerto, el día que Schuster se dio cuenta que Jose Gonzalez era algo más que un buen caddie, y el día en que más de uno se dio cuenta que el Submarino se preparaba, ahora sí, de veras para volver con más fuerza que nunca. También se perdió el debú liguero en el Bahía Sur con triunfo ante el filial bético. Con Algeciras, Málaga B y Sevilla B, siguientes jornadas, tampoco pudo estar recuperado. A la quinta, con el Cacereño como rival, se produjo su primer partido oficial como jugador cadista. Apenás jugó unos minutos, aunque le dio tiempo para dejar sentado a Felix Campos, portero de los extremeños, y anotar uno de los cinco goles. Ahí comenzó su idilio con el Carranza. Un enamoramiento de más de tres años ya. Enmedio momentos de pasión encendida como sus tres goles al Jaen, el día del Barca B en liguilla en que jugó con la muñeca casi rota. Sólo la operación de pubis, y su hombro izquierdo le han sacado del titular. Ni José Luis, ni Muiños le hicieron sombra. Tampoco Víctor García, Mario Rosas o Fredi. Esta liga, y quizás a su pesar, todo apunta que seguirá sin competencia real. Es el único hombre del plantel de Espárrago que tiene a la media-punta como posición natural.

Para algunos sobrevalorado, piensan que a Matías no le ha sido difícil ganarse el reconocimiento de una afición con nueve años de vacío de quereres. A otros, en cambio, el italo-argentino es el jugador amarillo con mas clase, calidad y proyección a corto-medio plazo. Su juventud, sus deseos de arraigo en la capital (no es moneda común que alguien tan joven ya piense en cubrirse las espaldas con otras actividades) no han caído en saco roto.

El domingo, ante el Real Madrid, marcaba el gol número 356 del Cádiz en Primera División.  Sin ser un goleador, no es una facete desconocida para él. De hecho, el gol lo marcaba en la porteria de Fondo Norte, tras un saque de esquina desde el lado derecho del ataque cadista. Era su primer gol en la 2005-2006, y el primero del Cádiz. Lo mismo que ya consiguió en la misma portería y en jugada similar en la 2003-2004, la temporada de nuestro retorno a Segunda División. Igual que hace 2 años. Buen presagio. Terminamos séptimos. ¿Quién no lo firma?