José Manuel Barla García


cadiz_barla.jpg Barla, una temporada la marde movidita que no olvidara

José Manuel Barla García (Cádiz, 1967) es un hombre que navega contra corriente. Formado en la cantera del Cádiz, se retiró del fútbol profesional como futbolista tras una brillante carrera. Tuvo la “mala suerte” de dejar la Primera división precisamente el año antes al aterrizaje de la primera liga bajo el manto millonario de la LFP y las SAD.

Lo hizo además, en algo inusual en estos tiempos, tras tener sólo dos clubes como jugador en activo, el Cádiz CF y el Rayo Vallecano.

También le diferencia de otros compañeros suyos de aquella prolífica cantera el que fuera el único que tuvo arrestos para jugar en Segunda B vestido de cadista. El aceptó la oferta y con el compromiso de luego quedarse como empleado de la casa accedió a, siendo aún bastante joven, a intentar el ascenso a la división de plata, un logro que ya empezaba a mostrarse más complicado de lo que parecía.

Cuando Muñoz se hace cargo del club en el 2001 por segunda vez, Barla ya es empleado del club. Juan Antonio Sánchez Franzón ejerce de secretario técnico el año en que Fran Canal ejercía de director general.  En el verano del 2002 se lleva el primer revés. Antonio Muñoz escucha la voz de los pesos pesados de aquel vestuario y elige a Alberto Benito como Director deportivo. Barla, que ya estaba en la casa, ve pasar su primera oportunidad. Se queda de ayudante de “Beni” y junto con José González conforman una plantilla que consigue el ascenso el día en que Carranza se llenó con una pantalla gigante. Barla, poco después, es nombrado Coordinador de las secciones inferiores. De ello se informa como un ascenso, pese a que poco después es reemplazado por Quique González, otro empleado del club.

Durante mediados de la 04-05 Barla, hombre de la casa, ve como Antonio Puche, llega como hombre de confianza de Benito para integrarse en el staff. Llega la Primera división, efímera pero que, poco a poco, día a día, sitúa al exdelantero del Elche y ahora en el Xerez como Adjunto a la Dirección deportiva.  De segundo a tercero en un plis plas. Tanto es así que con mucha discreción a Barla se le da el Cádiz Infantil.

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 Barla en la primera comparecenciade Calderón tras ser ratificado.

Con el desembarco de Baldasano, Barla, como único con contrato fijo, es de los pocos que permanecen. Del Bosque se informa en Vallecas y sitúa a Barla como enlace directo de Félix Carnero. Pero la cosa dura poco. De nuevo Muñoz, y José Manuel Barla, esta vez sí, es el hombre en el que el de Doña Mencía confía como responsable de la parcela deportiva. Eso sí, ni le ratifica, ni le nombra, ni siquiera (como se llegó a publicar, ver aquí) lo incluye dentro de la llamada Comisión deportiva del club.

La temporada transcurre y es Barla quien se come (fue Muñoz en El Pizjuán quien habló más de la cuenta) el marrón de Ogunsoto. Bajo su responsabilidad también han venido Kosowski y Bangoura, y, se supone, que los fichajes de Manu Barreiro, Andrade y Rubiato.

El nuevo guiño contracorriente es el de ejercer hasta finales de liga como segundo entrenador de Procopio. No debe estar la situación para más contratos. Será el único director deportivo de un club profesional que compagine el traje corto con el traje largo. No conozco las razones que le han llevado a ofrecerse a ello. Eso sí, y por el bien de todos, espero que no lo veamos acabar la temporada como primer técnico.

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