Grata imagen


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 La gran noticia del encuentro fue que Ogbeche se reconcilió con el gol. El nigeriano necesitaba marcar para reafirmarse, demostrar que tras su lesión está de vuelta y que va a ser vital

Me gustó el Cádiz. Me gustó la imagen dada. Me gustó el juego. Me gustaron las ganas con las que salieron los once futbolistas alineados por Víctor Espárrago. En todo momento, quitando el descuento del segundo tiempo, el Elche no estuvo a gusto en el césped de Carranza. Se le hizo un partido incómodo, difícil, en el que apenas tuvo ocasiones de peligro. Quitando el golazo de falta de Perera y la ocasión a bocajarro de Jorge Molina que detuvo Dani, el bagaje ofensivo del rival fue más bien nulo. Pero lo que más me gusta de todo es que, gracias a estos tres puntos, el equipo está momentáneamente fuera del descenso. Han sido un total de once jornadas en descenso (desde que el equipo perdiera en Córdoba) muy duras, en las que el equipo ha variado de sistema defensivo, de sistema ofensivo y en las que sobre todo, se ha sufrido mucho. A pesar de este sufrimiento, de todas las carencias que el equipo ha mostrado a lo largo de la competición (que han sido muchas) en estos momentos está fuera del descenso, con un punto de ventaja sobre el Murcia (con el que se tendrá que jugar en Carranza dentro de quince días y al que, por lo tanto, se le podrá dar la puntilla) Ante el Elche el equipo rindió de manera espectacular. Sólido en defensa, serio en ataque, sabiéndose dominador del juego y de la situación. El Elche estaba desaparecido en combate y si no se fue al descanso con un resultado adverso fue por su portero Willy Caballero, un auténtico crack bajo palos. Quizás, el único momento de inquietud fue ese: ¿cómo saldría el equipo del túnel de vestuarios? Afortunadamente, parece que el Cádiz ya ha superado su trastorno bipolar, que le llevaba a comerse al rival en el primer tiempo para después quedar completamente a su merced en el segundo. El segundo acto tuvo un inicio demoledor de los jugadores de Víctor Espárrago, que tenían claro que no podían dejar escapar a una presa que no merecía llevarse ni un punto de Carranza.

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El gol del Elche fue anecdótico y sirvió para que Dani Miguélez no pudiera acabar su tercer partido como titular ante su público imbatido. 

Para ello, Espárrago decidió quitar a Ramis (bastante discreto en el primer tiempo) y meter a Diego Tristán, buscando algo más de mordiente ofensiva. El cambio acabó saliendo bien. La gran noticia del encuentro fue que Ogbeche se reconcilió con el gol. El nigeriano necesitaba marcar para reafirmarse, demostrar que tras su lesión está de vuelta y que va a ser vital para el equipo en este tramo final. Tras el gol de Ogbeche el Cádiz fue a por más, quizás consciente de que la candidez del rival poco podía durar, siendo necesario poner tierra de por medio en el marcador. Willy Caballero salvó una clara ocasión de Enrique, pero nada pudo hacer ante el testarazo de Tristán. El de La Algaba se aprovechó del mal marcaje ilicitano para marcar su quinto gol con la camiseta amarilla esta temporada. Después, el equipo dio un lógico paso atrás, cediéndole la iniciativa a un rival que tampoco inquietó demasiado. Esto, aparte de deméritos del Elche, se debió al buen hacer defensivo del equipo, que mantuvo la intensidad necesaria para cortar los balones en el momento necesario. Además, el Cádiz dispuso de buenas ocasiones para hurgar más en la herida del rival, como esa gran jugada personal de Ormazábal en la que se estorbaron en el remate Ogbeche y Tristán. El gol del Elche fue anecdótico y sirvió para que Dani Miguélez no pudiera acabar su tercer partido como titular ante su público imbatido. Ahora, el Cádiz cuenta con cuarenta puntos en su haber, tiene uno de ventaja sobre el descenso y depende de sí mismo para mantener la categoría. Esto no quiere decir que el trabajo ya está hecho, pero sí que se puedan afrontar con algo más de optimismo las próximas jornadas.

Autor:Belmonte

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