Clemente: Lamikiz y el Athlétic Club el último ejemplo de una nueva moda

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El que se mueva no sale en la foto Que la cuerda se parta siempre por el lado más débil es una realidad también en el mundillo futbolístico, dónde ni siquiera un técnico contrastado, ex -seleccionador nacional, con amplio currículum en manejo de situaciones comprometidas, como Javi Clemente ha podido superar el pulso que mantenía con la patronal de su club de toda la vida, el ATH. Bilbao. Achacan a sus declaraciones en rueda de prensa en las que se quejaba amargamente sobre los fichajes realizados de Sarriegui, Gabilondo y Javi Martínez (con estos refuerzos no auguro una temporada diferente a la anterior a los vascos) como el detonante de la crisis. Clemente fiel a sus principios, y de ir de frente declaraba:»De los jugadores que pedí para fortalecer el equipo y hacerlo más competitivo sólo ha venido el centrocampista Igor Gabilondo», «El club firmó lo que quiso y no lo que yo quería. Esperaba un equipo mucho más fuerte para empezar bien la Liga y estar entre los mejores, pero no lo conseguí», añadió.

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Sarriugarte. El nuevo. Abajo Mendilibar y Clemente los dos últimos cesados.

Los que tenemos memoria futbolística conocemos como se las gasta el de Baracaldo, y también que sabía perfectamente donde se metía cuando se ponía al pie de los caballos con esas declaraciones, y también que esos mismos argumentos los habría defendido anteriormente en privado, en exposición a sus “jefes” deportivos, sin encontrar la más mínima sensibilidad a sus argumentos. También decía el mister cesado que “me he metido en muchos líos y este es de los más pequeños. Cuando me encuentre con él le voy a preguntar si no es cierto que no me ha traído lo que yo le he pedido. Si dice que sí, le diré que es un mentiroso. ¿Dónde he metido yo la pata? Lo que pasa es que quiere uno manejable. A mí nunca me ha querido”.La liga 2006-2007 será larga, y el rubio conoce de primera mano por su experiencia el año anterior lo limitada de su plantilla, y que sólo con la garra y el rugir de su afición no es suficiente para el exigente caminar como quedó demostrado la liga anterior, dónde, recordemos los leones se salvaron en el penúltimo partido de liga, e hicieron méritos más que suficientes para acompañarnos a la segunda división.

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Los que critican a los técnicos que no se posicionan con más fuerza ante sus jefes deportivos (en muchos casos gente que no es de fútbol, y que miran por los clubes sólo primando sus intereses mercantiles y rentabilidades económicas) seguro que algo habrán aprendido con este cese del otrora aclamado técnico Javier Clemente. El que manda, manda, y los entrenadores de los equipos de fútbol bastante hacen con realizar su trabajo de la mejor manera posible, de forma seria y profesional. Cuando llega la hora de exigir mayores inversiones en determinados futbolistas para reforzar la plantilla que disponen se hace siempre con la boca pequeña, desde luego sin muchas estridencias, y por supuesto recordándonos continuamente la dificultad económica en concretar estas operaciones de fichajes. En contraposición a esta llamada a la mesura económica, la cuerda se vuelve a romper por el lado más débil y se cesa al técnico, a la vista de los primeros resultados en contra, y por ende se le paga la temporada completa sin trabajar, y por supuesto se ficha un nuevo técnico. El cese de Clemente es acompañado por la subida de un “cachorro” de 41 años, avalado por esta nueva moda futbolística que es la avalancha de nuevos técnicos jóvenes, gente con mucha hambre de éxito, con ambición, y que son los preferidos por los Presidentes actuales. Dos razones fundamentales, no debemos olvidarnos hacen que se prefieran estas opciones a encontrarnos “tipos Clementes” por ahí, que alguno que diga las verdades al barquero aún debe de quedar por ahí perdido, casi dinosaurio. cad_bil_07.jpgEn época de recesión económica en los clubes, sin los dineros a mansalva de las televisiones como hace unos años es fundamental encontrar un técnico “barato” y aquí aparecen los “noveles” pues en primer término su caché económico es sin duda menor, en relación a sus prestaciones anteriores en los banquillos. Muchos ven esta primera aventura en el banquillo profesional como un puente de oro al río Kway de la élite de los entrenadores. La sociedad actual ha defenestrado la figura del “aprendiz” en el organigrama del trabajo, de ahí que muchos piensen que son los mejores en su trabajo, aunque se acabe de aterrizar. El ejemplo de Félix Sarriugarte (extremo de cromos de finales de los 80 que es recordado sólo por su nombre vasco) que toma el relevo de Clemente es un ejemplo más de esta moda que nos sacude como plaga de mosquitos en el verano jerezano. «Es un entrenador joven y con proyección,» dijo el presidente del club, Fernando Lamikiz, en rueda de prensa. «Usa métodos de trabajo modernos y conoce perfectamente el Athletic,» señaló, llegándolo a comparar con Klinsman que fue nombrado seleccionador de Alemania sin haber dirigido antes a ningún equipo. Por otro lado, raro será ver enfrentado a cualquier de estos nuevos yogurines de los banquillos con sus jefes deportivos, por un fichaje no realizado, y aguantarán carros y carretas, hasta que pasen unos años (alguno seguro habrá que no haya podido superar la criba ) y entonces plantearan las lógicas exigencias de sus “mayores”. Mientras tanto en las presentaciones de sus equipos se podrán oír frases como las siguientes: «Si conseguimos que el equipo empiece a trabajar con tranquilidad, con el talento que tiene y con la capacidad y las ganas que tienen de demostrar cosas, estoy muy esperanzado de cara a esta temporada”…. PS: Sarriugarte es periodista y máster en Psicología Deportiva, desde luego se llevará mejor con la prensa que su antecesor Clemente, eso seguro, otra cosa es su capacitación como técnico, que está por ver.

Autor:Cadictus

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